jueves, 6 de noviembre de 2014

NO SÉ QUÉ PUDO FALLAR, NI SI FALLÓ ALGO

                        Al margen del revuelo causado por la publicación de los resultados del último barómetro del CIS, que requiere de un análisis algo más profundo y exclusivo, (Ver “Barómetro del CIS, ni tanto ni tan calvo” en Blog Ojo crítico, http://jcremadesena.blogspot.com.es/,), sin lugar a dudas, el interés mediático pasa hoy por el alta médica de Teresa Romero, su salida del Hospital Carlos III, sus declaraciones y su viaje a su pueblo gallego para reencontrarse con los suyos. Cabe destacar su generosidad al manifestar que “si sirve mi sangre, que me saquen hasta dejarme seca” que pone en evidencia su predisposición a ayudar a los demás como ya hiciera cuando voluntariamente se prestó a atender a los misioneros infectados de ébola que, al final, acabaron contagiándola, poniendo en grave riesgo su vida. Sin embargo, salvo que lo deje para otro momento, no se entiende, salvo desde el revuelo político mediático que se desencadenó sobre las negligencias o deficiencias que provocaron su contagio, que manifieste “tenemos la mejor Sanidad pese a la nefasta gestión política” sin aclarar a la opinión pública en qué se basa para tan contradictoria afirmación, que, en todo caso, debiera documentarse, y muy en especial cuando, en un rasgo de sinceridad, supongo que como sucede a mucha gente, manifiesta que “no sé qué pudo fallar, ni si falló algo”. Al final, una puerta abierta al error puntual humano que casi nadie quiso poner en valor en los momentos más tensos y complicados de la crisis del ébola en España, prefiriendo la ... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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