viernes, 28 de noviembre de 2014

NACIONALISMO Y POPULISMO EN EUROPA

                        La vertiginosa ascensión del fenómeno Podemos, su transformación en partido político y la proyección positiva que le dan las encuestas, situándolo como segunda o tercera fuerza política en España (e incluso como primera fuerza), ha zarandeado de tal forma la tranquila estrategia alternante del bipartidismo socialista-popular que, hoy por hoy, apenas se habla de otra cosa en las tertulias políticas, como si el fenómeno fuera exclusivo de España o como si fuera algo nuevo en la Historia europea. Pero, al no ser exclusivo de un país, en este caso el nuestro, ni históricamente novedoso, conviene situar el asunto en sus justos términos para entender la dimensión del problema y, obviamente, poder afrontarlo. En efecto, aunque no es cuestión de resignarse con el “mal de muchos, consuelo de tontos”, ni de infravalorar los riesgos que nacionalismos y populismos (dos caras de la misma moneda totalitaria) pueden acarrear en el futuro, sino justo de todo lo contrario, lo cierto es que dichos movimientos, que ya llegaron al mismísimo Parlamento Europeo en los años ochenta para defender ideas opuestas a la integración y que antes, en los años treinta, causaron una de las mayores tragedias de la Historia, preocupan hoy por su ascenso y generalización en toda Europa, convirtiendo el problema en global, no sólo para la UE sino también para el resto de países europeos, y, por lo tanto, su tratamiento requiere una respuesta global de las “democracias liberales” u occidentales, amenazadas conjuntamente. No en vano fueron los populismos nacionalistas quienes siempre estuvieron en el origen de ... (sigue leyendo en Blog Ojo crítico, http://jcremadesena.blogspot.com.es/,)
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario