Lleva razón Junqueras al afirmar que “no se
negocia la independencia”, así ha sido a lo largo de la historia. Cualquier
pueblo sometido en cualquier territorio anexionado, explotado y menospreciado
por otro pueblo, antes o después ha buscado su liberación, su independencia, no
mediante la negociación, que le conduciría al fracaso (jamás va a ceder el
pueblo opresor a concederle la libertad gratuitamente), sino mediante la fuerza
y, en muy raras ocasiones, mediante una resistencia pacífica aunque igualmente
traumática. En general así fue el proceso descolonizador que, incluso amparado
en el “derecho a decidir”, expresamente dictado por Naciones Unidas para dichas
situaciones, no estuvo exento de episodios bélicos muy violentos no sólo entre
metrópoli y colonia, sino incluso dentro de la propia colonia entre partidarios
y contrarios de la independencia. Así las cosas, es cierto que la independencia
no se negocia, se consigue mediante la fuerza y la violencia, desacatando y actuando
al margen de una legalidad que les ha sido impuesta a los territorios sometidos
contra su voluntad y, como fruto de ello, son explotados económica y
socialmente, discriminados y considerados inferiores. Pero Junqueras olvida que
esa no es la situación de Cataluña, metrópoli, como el resto de España a la que
pertenece, respecto al imperio colonial que, por la fuerza, consiguió su
liberación progresivamente durante los siglos XIX y XX, al igual que otros
tantos territorios sometidos lo hicieron respecto a sus metrópolis. No pueden
apelar pues al “derecho a decidir” quienes, disfrutando de dicho derecho, como
es el caso, ya decidieron su futuro libremente y las formas de modificarlo que,
en ningún caso y bajo ningún concepto, pueden modificar de forma arbitraria.
Cataluña, como cualquier otro territorio español y europeo ya... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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