lunes, 17 de octubre de 2016

SIN EXCESIVA TRANSPARENCIA


                        De ser cierta la noticia es como para echarse a temblar. Parece ser que la Gestora del PSOE quiere un Comité Federal rápido y sin “excesiva transparencia” ya que los barones buscan no retratarse con la abstención y no hay acuerdo sobre cómo gestionarla, por lo que algunos plantean una votación secreta ante posibles filtraciones mientras otros dirigentes proponen la abstención de once diputados con el objetivo de evitar la ruptura en el Comité Federal y después en el propio Congreso de los Diputados si es que finalmente hay investidura. Entretanto Susana Díaz y Javier Fernández quieren, como debe ser y ha sido siempre, que el Grupo Socialista asuma en bloque la disciplina de voto y apoye la decisión que se tome, mientras la Gestora, proclive a que el Comité Federal se incline por la abstención y por facilitar con ello la investidura de Rajoy (única investidura posible a estas alturas de la película tragicómica que venimos soportando los ciudadanos), está preocupada por el debate interno promovido en las agrupaciones locales instando a una imposible consulta a la militancia para que decida sobre el asunto en vez de que lo haga el Comité Federal, máximo órgano del partido; una consulta a las bases que, dada la premura de la decisión (a primeros de noviembre o hay investidura o terceras elecciones), es una verdadera falacia, como las que solía vender Sánchez del gobierno alternativo de izquierdas, de cambio y progresista. Sencillamente, al margen de otras consideraciones, no hay tiempo para consultas, salvo que sean de chicha y nabo como las que a veces suele hacer Podemos. Se tiene pues la impresión de que todo ello se hace más bien pensando en el próximo Congreso que en el desenlace sobre la gobernabilidad de España. Y para colmo, Iceta, recalcitrante defensor del “no es no” y de saltarse la disciplina de voto si el Comité decide abstenerse, añade que, en todo caso, “no podremos votar los Presupuestos y habrá elecciones en uno o dos años”. Así anda tan peliagudo asunto cuando, más que nunca, el PSOE tiene necesidad urgente de ser reflexivo y transparente, de coger el toro por los cuernos y tomar las decisiones que considere oportunas sin trampa ni cartón, de explicar lo que decida a los ciudadanos para que lo entiendan y de asumir individual y colectivamente las decisiones con total valentía en vez de enmascararlas con triquiñuelas para que algunos disimulen sus erróneos comportamientos. Así lo hizo siempre en asuntos extremadamente delicados, mucho más delicados que los que hoy tiene planteados, como la permanencia en la OTAN tras una rabiosa campaña por “de entrada NO”, como la dura pero necesaria reconversión industrial, o, entre otros asuntos, como la retirada del término “marxismo” de sus Estatutos, que algunos, activos militantes del partido entonces, recordamos con nostalgia. Ese es el pulso que el PSOE tiene que recuperar de nuevo, pero ese pulso supone debatir lo que haya que debatir hasta la saciedad, con transparencia y sin cobardía alguna, y, tras la decisión tomada mayoritariamente como debe ser en democracia, imponer que todos y cada uno la defiendan externamente como suya, sin menoscabo de su... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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