domingo, 2 de octubre de 2016

“NO ES NO” A SÁNCHEZ


                        Tras un prolongado y bochornoso espectáculo dentro y fuera del Comité Federal, Pedro Sánchez, minutos antes de que le echaran, dimite y deja un PSOE más dividido y derrotado que cuando entró a dirigirlo por obra y gracia de Susana Díaz, entre otros, que ahora, y con razón, le dicen “no es no”, como ya le venían diciendo desde hace algún tiempo no sólo muchos socialistas sino también la mayoría de españoles, retirándole cada vez más apoyos en todas las sucesivas elecciones en que el PSOE se ha presentado desde que él y su nefasta cúpula dirigente se hicieran cargo de liderar el partido. Pero Pedro y los suyos (su bando, como él mismo reconoció finalmente), erre que erre, pretendía mantenerse a toda costa sin que nadie entendiera qué parte del “no” no entendía él mientras llevaba al PSOE al precipicio más profundo. De haberlo entendido antes se hubieran evitado los profundos desgarros internos entre los propios socialistas y todos los españoles nos hubiéramos ahorrado asistir estupefactos a vergonzantes escenas televisadas, protagonizadas por socialistas (algunos dicen que entre ellos había cantidad de podemitas camuflados) concentrados en las puertas de Ferraz, la sede socialista, casualmente todos partidarios de Sánchez, que obligaban a los críticos a hacer un paseíllo infernal para acceder al Comité Federal en medio de todo tipo de insultos y descalificaciones, simplemente por criticar tan nefasta gestión y por hacer uso de sus derechos estatutarios para poner fin a la misma. Pero Sánchez y los suyos, su bando, seguía sin entender que ya estaba inhabilitado y desautorizado desde que la mayoría de su Ejecutiva presentara su dimisión con arreglo a los Estatutos, prefiriendo atrincherarse en el absurdo invitando a los dimisionarios, que lo rechazaron, a volver a la Ejecutiva como si de una pataleta se tratara, mientras, para mantenerse en el poder a costa de lo que fuera, era capaz de iniciar en el Comité Federal una opaca votación en una urna tras un biombo, rechazada mediante gritos de “¡pucherazo!”, para que saliera adelante su insólita propuesta de un Congreso Exprés, gestionado por su bando, en tanto que los críticos recogían firmas para ponerle un voto de censura. Fue en ese instante cuando supimos la parte del “no” que no entendía Sánchez, quien, entendiéndolo por fin, aceptó finalmente una... (sigue leyendo en Blog Ojo crítico, http://jcremadesena.blogspot.com.es/)

No hay comentarios:

Publicar un comentario