lunes, 24 de octubre de 2016

FINALMENTE ABSTENCIÓN


                    Tal como se presumía, el Comité Federal del PSOE ha apostado finalmente por una abstención en la ya casi segura sesión de investidura de Mariano Rajoy en el Congreso de los Diputados. Por 139 votos a favor y 96 en contra, es decir, un 60% frente a un 40% aproximadamente, los socialistas salen de este profundo agujero en el que nunca debieran haber caído, y salen divididos y enfrentados unos a otros para colmo de sus desgracias o, más bien, de sus incomprensibles errores. Una abstención para evitar nuevas elecciones y desbloquear la gobernabilidad de España, que, en definitiva, ya debiera haber decidido tras el resultado electoral del 20-D y, en todo caso, con absoluta certeza tras el 26-J, lo que, sin duda alguna, hubiera evitado la trágica división interna y el descrédito político ante la ciudadanía, ya evidenciado tras provocar la repetición de elecciones en junio. Una abstención que, aunque tarde y mal, bienvenida sea, pues más vale tarde que nunca, salvo que los socialistas se empeñen más aun en seguir desprestigiándose como partido ante los ciudadanos. No en vano Fernández deja bien claro que la decisión tomada (como si hubiera sido la contraria) es un “mandato imperativo” para todos los diputados, mientras que, entre otros, Miquel Iceta, que señala que los siete diputados socialistas catalanes votarán “no”, pide “comprensión” a la Gestora ante tan insólito desacato, más acorde con el autoritarismo antidemocrático que con la democracia sin lugar a dudas. Por tanto, aunque el Comité Federal ha decidido caminar por la senda acertada, no es desorbitado descartar que algunos socialistas se empeñen en seguir vagando por los atascos que no conducen a ninguna parte. El PSOE acepta pues la abstención sin despejar su propio futuro ni el de España, en un Comité Federal “duro” y “franco” en el que se impone la federación andaluza de Susana Díaz (igual que se impuso en su día para que un desconocido Pedro Sánchez se convirtiera en el nefasto Secretario General), obviamente sin concesiones a los partidarios del “no” a Rajoy pero sin compromiso real con la gobernabilidad a medio plazo, aunque prometen una oposición “firme y constructiva” y un “diálogo con el Gobierno y todas las fuerza políticas”, es decir, lo que debiera haber hecho Sánchez desde el primer momento en que los españoles, como él mismo reconoció después (pero buscó hacer lo contrario), le enviaran a la oposición. Ahora sus discípulos más aventajados del frentismo político y el “no es no” a Rajoy y a la gobernabilidad, tras perder democráticamente en el Comité Federal, piden que se pueda votar “no”, la opción perdedora, sin represalias o que se arbitre una abstención técnica de doce diputados (un paripé impresentable), para evitar las consecuencias disciplinarias que pudieran recaer en los desacatadores, confundiendo que no es cuestión de... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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