La Gestora del PSOE en
medio de la difícil travesía que les conduce del “no es no” a la abstención por
mera supervivencia, una vez cesada la anterior dirección del partido por
empecinarse en defender todo lo contrario e intentar formar el ya famoso “gobierno
frankestein” liderado por Sánchez, ha emprendido, como era de esperar, el
lógico recambio de portavoces parlamentarios para defender ahora las nuevas
políticas a emprender y especialmente sobre dicho asunto, haciendo así más
creíble ante los ciudadanos esta acertada vuelta al redil de la responsabilidad
política. En ese sentido Oscar López es relevado como portavoz del Senado por
Vicente Álvarez Areces e Iratxe García en el Parlamento Europeo por Ramón
Jáuregui, es decir, dos destacados “sanchistas” por dos “históricos” con amplia
trayectoria política, además de otros relevos en puestos de menor rango. Es el
esperado y necesario proceder tras el convulso Comité Federal de la traumática
caída de Pedro Sánchez y, al parecer, se ha hecho con la aquiescencia, más o
menos generosa, de los relevados que, por razones obvias, no eran ya los más
adecuados para defender este previsible cambio del PSOE habiendo sido muy
destacados en la defensa del defenestrado “sanchismo”. Sin embargo, como ya
viene siendo costumbre en el PSOE, la Gestora, que lo está haciendo bien en
este camino de regreso a la cordura, no es capaz de rematar la faena e
incomprensiblemente no sólo deja como portavoz socialista en el Congreso a Antonio
Hernando, probablemente el “sanchista” más convencido además de Luena (ya
relegado), sino que le refuerza al frente del Grupo Parlamentario nombrándole
además Presidente del mismo con lo que se convierte en el único superviviente
destacado en primera línea de la nefasta etapa anterior. Habiendo sido el más
incisivo defensor del “no es no”, nadie entiende ahora este salto mortal del
“no” a la abstención que, por pura lógica, tendrá que defender personalmente,
si llega el caso, lo que menoscaba su capacidad argumental al incurrir
inevitablemente en tal empeño en gravísimas incoherencias que generarán sin
duda desconfianza y descrédito en su discurso. Que el defensor más incisivo del
“no es no”, con frases como “si el PSOE cambia de opinión, vamos a perder
absolutamente toda nuestra credibilidad” o “apoyar la investidura de Rajoy
sería indultar la corrupción del PP”, tenga ahora que defender personalmente
todo lo contrario es, a mi juicio, un gravísimo error de bulto, cuando habría
de ser él mismo quien, asumiendo sus responsabilidades, debiera haber planteado... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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