martes, 11 de octubre de 2016

HERNANDO, LO QUE HAGA FALTA


                        La Gestora del PSOE en medio de la difícil travesía que les conduce del “no es no” a la abstención por mera supervivencia, una vez cesada la anterior dirección del partido por empecinarse en defender todo lo contrario e intentar formar el ya famoso “gobierno frankestein” liderado por Sánchez, ha emprendido, como era de esperar, el lógico recambio de portavoces parlamentarios para defender ahora las nuevas políticas a emprender y especialmente sobre dicho asunto, haciendo así más creíble ante los ciudadanos esta acertada vuelta al redil de la responsabilidad política. En ese sentido Oscar López es relevado como portavoz del Senado por Vicente Álvarez Areces e Iratxe García en el Parlamento Europeo por Ramón Jáuregui, es decir, dos destacados “sanchistas” por dos “históricos” con amplia trayectoria política, además de otros relevos en puestos de menor rango. Es el esperado y necesario proceder tras el convulso Comité Federal de la traumática caída de Pedro Sánchez y, al parecer, se ha hecho con la aquiescencia, más o menos generosa, de los relevados que, por razones obvias, no eran ya los más adecuados para defender este previsible cambio del PSOE habiendo sido muy destacados en la defensa del defenestrado “sanchismo”. Sin embargo, como ya viene siendo costumbre en el PSOE, la Gestora, que lo está haciendo bien en este camino de regreso a la cordura, no es capaz de rematar la faena e incomprensiblemente no sólo deja como portavoz socialista en el Congreso a Antonio Hernando, probablemente el “sanchista” más convencido además de Luena (ya relegado), sino que le refuerza al frente del Grupo Parlamentario nombrándole además Presidente del mismo con lo que se convierte en el único superviviente destacado en primera línea de la nefasta etapa anterior. Habiendo sido el más incisivo defensor del “no es no”, nadie entiende ahora este salto mortal del “no” a la abstención que, por pura lógica, tendrá que defender personalmente, si llega el caso, lo que menoscaba su capacidad argumental al incurrir inevitablemente en tal empeño en gravísimas incoherencias que generarán sin duda desconfianza y descrédito en su discurso. Que el defensor más incisivo del “no es no”, con frases como “si el PSOE cambia de opinión, vamos a perder absolutamente toda nuestra credibilidad” o “apoyar la investidura de Rajoy sería indultar la corrupción del PP”, tenga ahora que defender personalmente todo lo contrario es, a mi juicio, un gravísimo error de bulto, cuando habría de ser él mismo quien, asumiendo sus responsabilidades, debiera haber planteado... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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