miércoles, 26 de octubre de 2016

RUPTURA UNILATERAL


                    Mariano Rajoy, tras aceptar el encargo del Rey, será finalmente reelegido el sábado en segunda votación como Presidente del Gobierno, poniendo fin a este largo periodo de incertidumbre política en España. Era lo previsto tras el último Comité del PSOE y así será. En todo caso, como es lógico, Rajoy admite su debilidad y promete abrirse al diálogo, pues el PSOE advierte de que no garantizará “a priori” la estabilidad del Gobierno, que Rajoy pretende tener ya formado el próximo domingo, mientras Rivera pide una negociación permanente con los líderes del PP y del PSOE, en tanto que Bruselas urge el ajuste de 5.500 millones. Por tanto, aunque partidario de la continuidad, Rajoy ya prepara un gabinete de ministros “dialogante” y se ve capaz de mantener una legislatura de cuatro años a base de “hablar mucho”, intentando “ganar día a día” la confianza de PSOE y Ciudadanos, pactando “lo que sea posible” y ofreciendo pactos de Estado y negociar reformas en empleo, pensiones o financiación. Hasta aquí los razonables asuntos que preocuparían a cualquier gobernante democrático en minoría, es decir, hasta aquí, lo razonable en cualquier democracia avanzada, aunque en un clima de incertidumbre ya que el socialista Javier Fernández afirma que no apoyará los Presupuestos (lo que dicho “a priori” y sin conocer el proyecto parece poco razonable) y sólo garantiza la elección del presidente pero no la gobernabilidad. Sin embargo, lo preocupante, aunque esperado, es el comportamiento del PSC de Iceta que, con 241 votos a favor y una sola abstención, mantiene que desobedecerá al Comité Federal socialista y sus siete diputados votarán “no” a Rajoy, lo que, con buen criterio obviamente, desde el PSOE se considera una “ruptura unilateral” interna, imitando el peor estilo totalitario de los independentistas catalanes con España, pues además, para avalar su totalitaria decisión, se suma al carro de reprochar a Rajoy la falta de diálogo con Cataluña (como si los territorios hablaran), cuando lo que debiera decir es no someterse al chantaje independentista. Se agrava el problema ya que además de los socialistas catalanes, otros siete u ocho diputados de otras federaciones, también se muestran rebeldes con el Comité Federal lo que pone muy difícil a la dirección del PSOE tomar la decisión acertada, que sería... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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