Llegó la hora de la verdad,
hoy al PSOE le toca decidir “sí o sí” aclararse y aclararle a la ciudadanía la
entelequia planteada por Pedro Sánchez con su ya famoso “no es no” a todo (a la
investidura de Rajoy, a nuevas elecciones, a postularse ya que los ciudadanos
le habían enviado a la oposición, a pactos con los independentistas… y casi a
la existencia misma). Despejados ya algunos noes, como la pretendida
alternativa y el pacto con independentistas, que le ha costado el puesto al mismísimo
Sánchez que pretendía quebrar sus noes por ahí, ya la entelequia queda reducida
a la investidura de Rajoy o a nuevas elecciones y es el dilema que el Comité
Federal del PSOE tiene que resolver hoy. Es así de fácil de entender y, al
parecer, todo hace pensar que se decantará por una abstención que permitirá la
investidura y, por tanto, la gobernabilidad de España. Algo que para nada
debiera ser traumático si la ya cesada Ejecutiva sanchista y demasiados barones
y líderes intermedios no hubieran calentado a la militancia defendiendo la
entelequia en vez de explicarles la cruda realidad desde el principio: que los
españoles mayoritariamente quieren que siga gobernando el PP y que encima no se
puede ir con Unidos Podemos y los independentistas ni a recoger un regalo.
Ahora, desgraciadamente, un PSOE, innecesariamente quebrado en dos, se
encuentra en esta encrucijada por la que las principales fuerzas defenderán una
abstención en bloque (como debiera ser si deciden abstenerse), otros una
“abstención técnica” de sólo once diputados (el colmo para seguir
desacreditándose como partido político) y algunos defenderán el “no es no” a
Rajoy (y el sí a terceras elecciones). Pero lo más trágico de todo es que los
socialistas del PSC y algunos otros sanchistas recalcitrantes, que están en el
bando de rechazar la abstención, amenazan con rebelarse contra el PSOE, y se
niegan a acatar la decisión de abstenerse en la investidura aunque lo decida el
Comité Federal, máximo órgano de dirección socialista, cuando se refugiaban
para defender el “no” en la decisión de otro Comité Federal anterior. Son el
grupo o bando de entender la democracia si las decisiones que se tomen son
favorables y, en caso contrario, a romper la baraja. No extraña pues que, en
semejantes circunstancias, la Gestora tenga cierto malestar por la ambigüedad
de Page o Puig, que genera más incertidumbres, con la opinión contraria de la
militancia a la previsible decisión de ordenar la abstención a los 84 diputados
que forman el Grupo Socialista, lo que para algunos supone un viraje histórico
cuando en realidad se trata simplemente de recomponer la cordura perdida con la
desnortada estrategia cortoplacista y absurda de la cesada dirección sanchista.
El PSOE decide hoy pues, tras haberse... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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