El día de hoy, 12 de
octubre, regulado por la Ley 18/1987, conocido también como Día de la
Hispanidad y, a lo largo de la Historia, con otros nombres ya caídos en desuso,
es la Fiesta Nacional de España, como los demás países tienen su fiesta
nacional propia, cuyos respectivos pueblos suelen celebrar con verdadero
orgullo. La citada ley 18/1987 dice en su único artículo “se declara Fiesta
Nacional de España, a todos los efectos, el día 12 de octubre” y en la exposición
de motivos explica que “la fecha elegida, el 12 de octubre, simboliza la
efemérides histórica en la que España, a punto de concluir un proceso de
construcción del Estado a partir de nuestra pluralidad cultural y política, y
la integración de los reinos de España en una misma monarquía, inicia un
periodo de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos”.
En definitiva, como en el resto de países, un día de celebración colectiva y
afianzamiento de todo aquello que nos une como proyecto común, partiendo de un
acontecimiento histórico de gran relevancia a partir del cual el citado
proyecto común comenzó a reconocerse como diferenciador a nivel interno y
exterior. Y, sin duda, el descubrimiento de América el 12-10-1492, como dice la
exposición de motivos, con todas sus luces y sombras (como tiene el resto de
países en los diferentes contextos históricos), junto al resto de
acontecimientos que relata (España como uno de los primeros estados nacionales
europeos con espíritu integrador de sus pueblos), es de una indiscutida e
indiscutible relevancia nacional e internacional de primerísima magnitud. Sin
embargo, a diferencia de otros países, en España, políticos y gobernantes
populistas y nacionalista-independentistas se empeñan insólitamente en
boicotear dicha Fiesta Nacional que convoca a ciudadanos e instituciones
democráticas en torno a un pasado, presente y futuro común que debiera estar,
como españoles, muy por encima de nuestras diferencias culturales y políticas. Las
anunciadas ausencias a los actos convocados de políticos y gobernantes,
faltando el respeto a los españoles a los que en conjunto representan, las
demagógicas explicaciones malintencionadas e incluso el desprecio a la Ley, son
suficientes pruebas de ello, al margen de esperpentos puntuales como que la
Justicia tenga que prohibir al Ayuntamiento de Badalona que sus funcionarios
trabajen este día como pretendía la alcaldesa o como que Carmena, la alcaldesa
de Madrid, cuelgue la Wiphala (bandera de siete colores que utilizan algunas
etnias de la cordillera de Los Andes) en vez de... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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