Mientras Ciudadanos,
como era de esperar, descarta pactos de gobierno antes de las elecciones
generales y, por tanto, no entrará en coaliciones después de las autonómicas
con el objetivo de preservar su independencia respecto al PP y al PSOE, y,
mientras Monedero da un paso atrás en la obligada deriva de Podemos hacía
políticas más razonables y avisa a “Pablito” de que hay que recuperar el 15-M,
movimiento del que surgió el partido, Susana Díaz margina a Pedro Sánchez en
sus necesarios pactos e irrita al mismísimo Felipe González, generando una
marejadilla en el PSOE que, junto a otras cuestiones importantes, se está
convirtiendo en una verdadera marejada. En efecto, entre la lucha por el
liderazgo, las negociaciones en Andalucía y el estigma de los ERE, se está
produciendo una erosión del partido nada deseable, reabriéndose (si es que se
cerraron) las heridas tradicionales que vienen sacudiendo a los socialistas
desde hace tiempo. Ferraz reconoce que ignora el sentido político e ideológico
de las negociaciones susanistas, Felipe González critica que se entregue a
Chaves y Griñán para conseguir gobernar en Andalucía y puntualiza que su apoyo
a Pedro Sánchez es “bastante probable” pero no seguro, mientras el ex
interventor de la Junta afirma, en sede judicial, que Griñán era el “destinatario”
de sus informes y que advirtió del fraude de la formación a la Junta pero ésta
decidió “mirar para otro lado”, acusando a Griñan de “hacerse el sordo” con los
ERE a pesar de que le enviaba informes sobre irregularidades, pero “no para que
los guardara en el armario”. En fin, todo un lío que no hay por dónde cogerlo,
mientras Griñán anuncia su despedida del Senado pero conservando su escaño
hasta la fecha prevista para... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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