Mientras España exige
Gobierno ya (así lo reclaman intelectuales, empresarios, juristas, científicos…
y cualquier español con mero sentido común), y, aunque algunos apuesten por un
hipotético e improbable gobierno frente-populista de izquierdas, lo razonable
es que sea un Gobierno pivotado por el PP, ganador de las elecciones, quienes
tienen la capacidad real de conformarlo andan con pretextos, especulaciones y
ambigüedades calculadas para evitarlo y para justificar lo injustificable. Que
si Rajoy acepta el encargo para cortar el paso a Sánchez, que si presiona a la
oposición para ser investido urgentemente, que si quiere una sesión de investidura
a final de agosto, que si no consigue mayoría declinará la sesión de
investidura, que si el adelanto anunciado de las elecciones vascas en
septiembre modificará el escenario con el PNV, que si ya se prepara para una
doble investidura en agosto y octubre, que si… En fin, especulaciones
utilizadas como pretexto para eludir la responsabilidad compartida que los
españoles les hemos encomendado y, que según Metroscopia, la mayoría, como es
lógico, cree que el PP debe gobernar con pactos y hasta un 63% de los votantes
socialistas prefieren que el PSOE se abstenga antes de ir a nuevas elecciones,
que todos los partidos dicen querer evitar. Así las cosas, lo cierto es que Rajoy,
tras ser propuesto por el Rey, cita a Rivera y Sánchez para buscar un pacto que
le permita aprobar los Presupuestos a tiempo, evitando los perjuicios
pertinentes en caso contrario, y para desbloquear la situación de interinidad y
poder afrontar los grandes retos internos y exteriores que España tiene
planteados, mientras que PSOE y Ciudadanos ya le anticipan su empecinado “no” a
la investidura (“no” socialista en primera y segunda votación; abstención
naranja en segunda votación, que realmente se traduce en “no”) y reafirman su
negativa a negociar, como ya reiteradamente vienen haciendo desde el 20-D, con
el renovado pretexto ahora, uno más, de que lo hacen ante la actitud del
Presidente tras ser propuesto por el Rey y no aclarar pública y tácitamente si
comparecerá a la sesión de investidura en caso de no contar con los votos
necesarios que previamente, sí o sí, le niegan de antemano. ¿No les parece un
juego de niños irresponsable? El PP, ante semejante panorama, revisa su
estrategia y ya tiene asumido que Sánchez y Rivera presionarán para que Rajoy
fracase en una primera cita en el Congreso (así ya no será Sánchez el único
fracasado) y creen que lo que buscan es una investidura fallida y que tras las... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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