martes, 5 de julio de 2016

¿SIN VETOS?


                        Mientras Podemos pierde 200.000 euros por olvidar el plazo de una subvención, el mismísimo Pablo Iglesias ya reconoce que para llegar al gobierno no está nada mal pasar un tiempo en la oposición antes de tomar el cielo por asalto y, por tanto, en medio de una crisis interna tras su fracaso electoral, se prepara para ejercer una oposición parlamentaria en la que habrá de demostrar ante los ciudadanos que sus utópicas soflamas populistas son capaces de plasmarse en un proyecto factible y creíble. De alguna forma el 26-J le ha colocado en el sitio que le corresponde cuando esperaba comerse el mundo de un bocado. Toca pues aprender en el Parlamento como oposición, cuya jefatura estará a cargo de Pedro Sánchez salvo que el PSOE decida formar parte de un gobierno de coalición con el PP, tal como entiende Rajoy que sería la mejor de las soluciones para consolidar la gobernabilidad del Estado, asunto prioritario en estos momentos que puede conseguirse incluso con otras fórmulas. En todo caso, tras los errores cometidos después del 20-D la gente se pregunta si en esta ocasión se mantendrán irresponsables vetos a fuerzas y líderes políticos constitucionalistas y democráticos, aunque, de momento, parece que algo se ha aprendido del 26-J, pues tan antidemocráticos comportamientos al parecer no se van a repetir. Una buena noticia sin lugar a dudas para nuestra democracia. De todas formas, porque así lo han decidido los ciudadanos, el PSOE tiene gran protagonismo en esta tarea de la gobernabilidad que no tiene por qué pasar por un pacto de gobierno de coalición obligadamente ya que no es incompatible garantizar un acuerdo de gobernabilidad, un acuerdo de mínimos en temas fundamentales, y ejercer una oposición constructiva a lo largo de la legislatura. Y por ello Sánchez hablará uno a uno con los líderes regionales socialistas para encarar la investidura, cuando, al parecer, el Comité Federal levantará el veto para poder negociar con el PP, aprobando una resolución que tenga como única línea roja evitar nuevas elecciones, cuando el texto de diciembre impedía explícitamente apoyar por “activa o por pasiva a Rajoy”, reforzado ahora tras las nuevas elecciones. No obstante, las aguas no bajan serenas en el PSOE de cara al próximo Congreso; una rebelión interna en el PSC frena la consulta “a la canadiense” (la última ocurrencia de los socialistas-nacionalista catalanes) pues varios dirigentes se encaran con la dirección y bloquean la ponencia, que también es rechazada por el PSOE, en tanto que... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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