Al iniciarse esta semana
decisiva para decidir sobre la gobernabilidad de España, sólo cabe especular
sobre lo que finalmente decidirá tanto Ciudadanos como PSOE, únicos partidos
que, juntos o por separado, tienen capacidad de decidir no ya sobre la
investidura de Rajoy sino, algo más serio todavía, sobre la formación de un
gobierno sólido en España con garantías de éxito. Sin embargo, ambos partidos
siguen en sus trece. Ciudadanos en que a lo que está dispuesto como máximo es a
abstenerse y en segunda votación, PSOE a decir “no” las veces que sean
necesarias, lo que inevitablemente nos lleva a nuevos comicios y a la frustración
definitiva. Y, entretanto, Errejón dice que “para llegar a gobernar, Podemos
tiene que cambiar” ya que “la calle no sólo pide movilizaciones, la calle pide
garantías”. En fin, ninguno entiende que lo que la calle pide mayoritariamente
es sensatez y responsabilidad; cualidades que, visto lo visto, brillan por su
ausencia. Se publica además que todos los diputados de CDC (hoy PDC) excepto
Homs votaron al PP para la vicesecretaría de la Mesa del Congreso, al pactar
los “populares” el respaldo de siete parlamentarios “convergentes”, dos del PNV
y uno canario, para evitar sorpresas de última hora (que no se dieron), pero
que los nacionalistas no apoyarán la investidura de Rajoy, aunque pretenden
acordar los Presupuestos y evitar que la izquierda derogue leyes económicas,
mientras que los nacionalistas vascos incluso hacen guiños a Sánchez para que,
si fracasa Rajoy, se presente a una investidura que ellos apoyarían. Todo este
ambiente enrarecido da pie a que Moncloa, y otros muchos, crea que el líder
socialista intentará formar Gobierno de nuevo (como en su fracasado intento
anterior) y con menos diputados que el 20-D, a pesar de que, al parecer, los
barones socialistas intervendrán si su líder fuerza nuevas elecciones, creyendo
que sería “un suicidio” político, por lo que insisten en que el PSOE debe
acabar en la abstención para romper por responsabilidad el bloqueo. Pero Ferraz
ya valora, según se publica, unos terceros comicios porque cree que mejorarían
el resultado del 26-J (paupérrima ambición ya que sólo faltaría que en los
probables comicios empeorara más todavía los resultados actuales, los más bajos
de toda la historia del socialismo). Y mientras este fracaso colectivo (que no
sólo de Rajoy como dice algún medio) se mantiene, retrasando la investidura, el
candidato popular, aunque mantiene infructuosos contactos con Rivera, se
plantea ya... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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