martes, 12 de julio de 2016

¿TERCERAS ELECCIONES?


                        Si días antes del 26-J las encuestas dibujaban un panorama político parlamentario similar al diseñado tras el 20-D, que prácticamente hacía ingobernable España, hoy, con unos resultados bastante más propicios para conseguir la deseada gobernabilidad, nos seguimos preguntando y temiendo que vamos derechos a unas nuevas elecciones, las terceras, y, así sucesivamente, hasta que algún partido consiga finalmente la vituperada mayoría absoluta, lo que, por lo visto, ante la manifiesta incapacidad de nuestros líderes políticos para ponerse de acuerdo, es la única fórmula válida e indiscutible para garantizar la gobernabilidad estable de los españoles. No basta que los españoles, hartos de tanta incompetencia política, hayamos dejado algo más claro, aunque todavía insuficiente, quién debiera liderar el próximo gobierno, dando una sustancial ventaja, respecto al 20-D, al partido que ya ganó entonces, el PP, y que prácticamente fue vetado casi por unanimidad por el resto de partidos perdedores a quienes los ciudadanos han castigado en estas elecciones de forma flagrante, premiando sólo a quien, para bien o para mal, mostró desde el inicio mayor coherencia política ofertando propuestas de gobernabilidad que fueron rechazadas inmisericorde desde el minuto uno con la agravante de no contar con una alternativa fiable, provocando unas segundas elecciones por vez primera durante todo el periodo democrático. En efecto, aunque según Metroscopia, los propios votantes del PSOE apoyan mayoritariamente la abstención a cambio de reformas y, por supuesto, la mayoría de españoles cree que el PP debe formar gobierno, exigiendo a los líderes políticos que negocien para evitar otros comicios, asunto que todos ellos proclaman como objetivo prioritario (repetir de nuevo otras elecciones sería el colmo de la incompetencia política), los primeros contactos de Rajoy y las declaraciones de los diversos líderes partidarios, no apuntan en dicho sentido. Tanto la cúpula del PSOE como la de Ciudadanos, los únicos que pueden intentar el desbloqueo político, mantienen un “no” rotundo a cualquier pacto de gobernabilidad, incluso a un acuerdo de investidura, lo que, en caso de materializarse en el Congreso nos abocaría irremediablemente a nuevas elecciones, aunque, menos mal, nos evitarían el bochornoso espectáculo anterior pues Sánchez, en esta ocasión no amenaza con presentarse para ser investido (los 52 escaños que le saca Rajoy son una losa demasiado pesada). No obstante, Rajoy accede a “hablar de todo” y forzará al PSOE a decidir en julio para evitar las elecciones, aunque advierte que si no se abstienen habrá que ir a las urnas de nuevo, mientras que Rivera le exige reformas para facilitar su investidura, un proyecto para la regeneración democrática a cambio de su abstención (que no apoyo de gobernabilidad), rechazando la oferta de Rajoy de un gobierno de coalición. Entretanto, por si hubiera que.... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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