Aunque, como
siempre digo, sólo se trate de encuestas y, tal como está el patio últimamente,
las encuestas son sólo eso, encuestas, lo cierto es que a la predicción del CIS
de hace unos días, se suma la del sondeo de Metroscopia, según el cual el PP
consolidaría su liderazgo electoral en España y Unidos Podemos superaría al
PSOE, consiguiendo su ansiado sorpasso, mientras que la mayoría de españoles
cree que las grandes reformas que España necesita no saldrán adelante. En
efecto, según la encuesta, el PP ganaría tres puntos y conseguiría la victoria
con el 35´7% de los votos (34´5% según el CIS), seguido por Podemos, que
ganaría dos puntos, y obtendría el 23´1% (21´8% según el CIS), superando al
PSOE que perdería cinco puntos, seguido de Ciudadanos que se mantendría
estable. Y todo ello justo cuando Rajoy, que confirma que el Gobierno ya
negocia los Presupuestos y contacta “con todos los partidos” para intentar
aprobarlos, sostiene, como no podría ser de otra forma, que si no logra apoyo
necesario para que sean aprobados se verá obligado a convocar elecciones en
primavera, tal como el Gobierno se compromete en Bruselas, como no puede ser de
otra forma si se quiere evitar males mayores, a convocar dichos comicios si no
consigue sacar adelante en el Congreso los ajustes necesarios para sacar
adelante el objetivo de déficit. Es la cruda realidad, pura y dura, al margen
de los deseos e ilusiones que unos u otros tengan o quieran vender. Por su
parte, el comisario europeo Cañete, dice que “la reforma de la Seguridad Social
es inaplazable” y Fátima Báñez, ministra de Empleo y Seguridad Social, sostiene
que “las pensiones están aseguradas a medio y largo plazo” (alguno ya ironizan
con si están o no aseguradas a corto plazo), mientras un grupo de expertos
estudiará la sentencia sobre igualar a los interinos. No hay más cera que la
que arde. Es lo que hay. Y, mientras Rivera quiere someter a exámenes
periódicos el pacto con Rajoy, el PSOE se dispone a pedir al PSC que actúe como
su marca catalana (por lo visto romper el acuerdo y crear la Federación del
PSOE en Cataluña no está en sus cálculos), en tanto que Sánchez cuenta con
Borrell para intentar retomar el control del partido…; por cierto, un Borrell
que, según se publica y nadie desmiente, ha cobrado más de dos millones de la
quebrada Abengoa, pues sólo en 2015 y en plena crisis de la empresa, se embolsó
300.000 euros. ¿Legal, ilegalmente? Ese no es el debate, al igual que... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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