martes, 12 de enero de 2016

TRIUNFO DE LA INDIGNIDAD


                        Cuando todo presagiaba que Cataluña se disponía a celebrar nuevos comicios (en este caso autonómicos y no pseudo-plebiscitarios) para elegir el nuevo gobierno de la Generalitat tras el fracaso de la última y efímera reunión de Junts pel Sí y las CUP, así como las declaraciones de Artur Mas de que la Presidencia y demás instituciones de la Generalitat no eran moneda de cambio, lo que al menos hubiera supuesto una cierta dignidad política (si es que se puede hablar de dignidad en el ilegal comportamiento de los políticos independentistas catalanes) y, como última trinchera, una cierta reparación democrática implícita del fraude de la anterior convocatoria electoral y una cierta rectificación de la torticera interpretación de su resultado; cuando se esperaba todo esto, sorprendentemente, con nocturnidad y alevosía (y probablemente, con premeditación), unos cuantos iluminados, reunidos en “petit comité”, le dan un visionario giro copernicano al asunto e hilvanan un indecente acuerdo a espaldas de los catalanes para que triunfe “in extremis” la indignidad antidemocrática y puedan mantener intacto el totalitario “golpe de estado” planificado en el ilegal “procés” independentista, que el propio Mas, traicionado por su subconsciente, reconoce públicamente cuando, tras utilizar como moneda de cambio su candidatura a la Presidencia de la Generalitat y cederla a los caprichos de los anticapitalistas de las CUP, dice en su cínico discurso de renuncia obligada, disfrazado de honorabilidad, que “lo que no nos dieron las urnas lo ha corregido la negociación” (más claro, el agua), mientras anuncia que entrega la candidatura, por decisión exclusivamente personal, a Carles Puigdemont, número tres en la lista de Junts pel Sí por Girona, de donde es alcalde, presidente de la Asociación de Municipios por la Independencia y el más fiel de sus cachorros convergentes, superándole en.... (sigue leyendo en

No hay comentarios:

Publicar un comentario