La situación de Cataluña
tras años de gobiernos irresponsables y de excesivas tolerancias con
comportamientos gubernamentales intolerables en cualquier país medianamente
democrático y desarrollado se ha convertido, como no podía ser de otra forma,
en un guirigay insostenible. Tras el rotundo “no” de la CUP, ERC reclama a
Artur Mas y a los anticapitalistas que negocien para evitar nuevas elecciones,
mientras que Junqueras se da impulso sobre las ruinas de Mas y las CUP tras dos
meses de calculado silencio y, dejándose querer, pide paso como la alternativa
secesionista real frente a “la irresponsabilidad de los antisistema y la
intransigencia de CDC”, pidiendo al president en funciones que se aparte para
salvar el “procés” y exigiendo a CDC que agote las negociaciones con la
CUP que ceda para evitar elecciones y
ofreciéndose como hombre de consenso para garantizar la “transversalidd que
necesita la independencia de Cataluña”, mientras Convergència cierra filas con
Mas y las CUP muestra su fractura con la renuncia del mismísimo Baños a su acta
de diputado en el Parlament. En definitiva, Junquers se postula como líder
soberanista mientras Arturo (jugando últimamente a Artur) prepara su
candidatura para marzo, en una guerra abierta por el poder independentista, que
puede tener un escenario en el que Mas se presente sin ERC y con el apoyo de
independientes y el visto bueno del partido descalabrado, que no encuentra otra
alternativa, desde que el jefe de los republicanos, el más listo de la clase,
le “invitó”, en vista de los resultados, a echarse a un lado y seguir la
negociación, por humillante que sea, para evitar la convocatoria de elecciones.
Pero Mas, erre que erre, busca disidentes en las CUP para seguir en el poder
(única tabla de salvación personal), confiando todavía en evitar la
convocatoria de elecciones, y deja a Junts pel Sí al borde de la ruptura,
llamando a la CUP “hiperrevolucionaria” y avisándoles de que convocará
elecciones el lunes y desoyendo la petición de ERC de volver a negociar. Y en
este guirigay descomunal Junqueras y Colau negocian en secreto un pacto de
izquierdas manteniendo en las últimas semanas encuentros muy discretos en los
que ERC ofrece el apoyo a la alcaldesa como candidata de una especie de “frente
popular” en las elecciones generales, a cambio de que Junqueras sea el... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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