viernes, 22 de enero de 2016

GUERRA FRÍA ENTRE PP Y PSOE


                        Mientras van acabando las comparecencias ante el Rey de los distintos grupos parlamentarios para que éste pueda tener toda la información al respecto antes de decidir a quién propondrá como candidato a la investidura, se va enredando más la madeja ya que, prácticamente, ninguno de los aspirantes da su brazo a torcer poniendo en evidencia que aquello de dialogar, dialogar y dialogar era un mero pose electoral y, en todo caso, no para elaborar un programa de gobierno en beneficio de todos los españoles sino para imponer cada uno sus particulares criterios anteponiendo sus propios intereses. Mientras hay quienes opinan que, teniendo en cuenta que nadie quiere entenderse con Rajoy (por cierto, uno de los más dispuestos al diálogo, salvo con quienes muestran claros síntomas totalitarios), éste debiera renunciar a una fallida investidura, el presidente en funciones dice categóricamente “presentaré mi candidatura porque me veo con fuerzas” (supongo que no se referirá a la fuerza de los votos), despejando dudas de propios y ajenos al reiterar “evidentemente, me voy a presentar” al ser la fuerza más votada por los españoles y que cada quien apechugue con sus responsabilidades. Y mientras Sánchez reitera su no rotundo a cualquier entendimiento o dialogo con Rajoy y con el PP, empeñado en cosechar votos y apoyos de cualquier otro grupo, tengan o no síntomas de totalitarismo antidemocrático, para lograr un pseudo-gobierno “progresista de izquierdas”, uno de sus más probables socios, el PNV, ni progresista ni de izquierdas por cierto pero uno de los que tienen menos síntomas antidemocráticos, condiciona públicamente su apoyo a que el candidato a investir acepte el “derecho a decidir” del País Vasco, a que se le conceda un “nuevo estatus político sin ninguna subordinación” a España y a que se le transfiera las políticas penitenciarias que les negó Rajoy, es decir, el control de los presos de ETA, a cambio de sus seis votos, hoy por hoy imprescindibles (junto a los podemitas, mareas, compromís, en comú… y ¡vaya usted a saber!) para investir a Sánchez, siempre que además concurra la interesada abstención activa de ERC y DiL, por lo que habrá que preguntarse si Pedro Sánchez, en esta nueva política que los pseudo-progresistas propugnan, estará dispuesto a practicar la vieja... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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