jueves, 5 de noviembre de 2015

Y EL CONSTITUCIONAL A LA ESPERA


                        Según todos los indicios el Tribunal Constitucional no prohibirá la votación de “desconexión con España” en el Parlament de Catalunya, es decir, nada menos que de ruptura unilateral con el Estado Español del que Cataluña forma parte desde hace siglos, actuando contra las medidas cautelares que solicitaban PP y C´s, ya que el PSOE en su recurso al TC se manifestaba también contrario a semejante proceder totalitario pero no demandaba medidas cautelares antes del día 9 en que, al parecer, se desarrollará la felonía con absoluto descaro. Así, el TC se inclina por permitir el pleno de la ruptura, mientras resuelve los recursos de amparo presentados, que admitirá a trámite, pero sin tener en cuenta las medidas cautelares que le solicitan, esperando, en todo caso, a tomar las medidas pertinentes contra la resolución concreta que el Parlament adopte y que, en principio, ya todo el mundo conoce. En todo caso, los soberanistas ya han anunciado, para que nadie se lleve a engaño, que desobedecerían cualquier orden del TC contra el pleno y que se celebrará sí o sí, cuando todo el mundo sabe que harán exactamente lo mismo respecto a la decisión que el pleno tome el lunes. Por su parte Rajoy, que convocará un Consejo de Ministros el martes para recurrir ante el Alto Tribunal la declaración de “desconexión con España” (no lo ha hecho contra el pleno), manifiesta que ha alcanzado un “consenso básico” con PSOE y C´s frente al independentismo y que”nos enfrentamos al mayor desafío de España en décadas”, mientras la ciudadanía en general, que nada entiende (ni tiene por qué entender) de matices y disquisiciones legales, anda desorientada con la sensación de que en este río revuelto de los partidos políticos y las interpretaciones de las leyes los únicos que tienen ganancia son los pescadores independentistas. Ya sabemos que no es lo mismo oponerse a la pretensión de una ilegalidad, menos aún si emana de un parlamento aunque no tenga competencia alguna para hacerlo, que a la ilegalidad concreta una vez consumada que es mucho más fácil de hacerlo entender políticamente hablando, pero ante asunto de tamaña gravedad no estaría de más actuar “a priori” y no sólo “a posteriori” con cualquier tipo de advertencia institucional clara y concisa, al igual que se actúa, por ejemplo, contra un comando terrorista cuando se tiene certeza de que está a punto de cometer un delito grave. ¿Ninguna advertencia a Forcadell y a la Mesa del Parlament por aceptar primero y convocar para debatirlo después un documento que legalmente es inaceptable y amenaza nada menos que... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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