Según todos los indicios
el Tribunal Constitucional no prohibirá la votación de “desconexión con España”
en el Parlament de Catalunya, es decir, nada menos que de ruptura unilateral
con el Estado Español del que Cataluña forma parte desde hace siglos, actuando
contra las medidas cautelares que solicitaban PP y C´s, ya que el PSOE en su
recurso al TC se manifestaba también contrario a semejante proceder totalitario
pero no demandaba medidas cautelares antes del día 9 en que, al parecer, se
desarrollará la felonía con absoluto descaro. Así, el TC se inclina por
permitir el pleno de la ruptura, mientras resuelve los recursos de amparo presentados,
que admitirá a trámite, pero sin tener en cuenta las medidas cautelares que le
solicitan, esperando, en todo caso, a tomar las medidas pertinentes contra la
resolución concreta que el Parlament adopte y que, en principio, ya todo el
mundo conoce. En todo caso, los soberanistas ya han anunciado, para que nadie
se lleve a engaño, que desobedecerían cualquier orden del TC contra el pleno y
que se celebrará sí o sí, cuando todo el mundo sabe que harán exactamente lo
mismo respecto a la decisión que el pleno tome el lunes. Por su parte Rajoy,
que convocará un Consejo de Ministros el martes para recurrir ante el Alto
Tribunal la declaración de “desconexión con España” (no lo ha hecho contra el
pleno), manifiesta que ha alcanzado un “consenso básico” con PSOE y C´s frente
al independentismo y que”nos enfrentamos al mayor desafío de España en décadas”,
mientras la ciudadanía en general, que nada entiende (ni tiene por qué
entender) de matices y disquisiciones legales, anda desorientada con la
sensación de que en este río revuelto de los partidos políticos y las
interpretaciones de las leyes los únicos que tienen ganancia son los pescadores
independentistas. Ya sabemos que no es lo mismo oponerse a la pretensión de una
ilegalidad, menos aún si emana de un parlamento aunque no tenga competencia
alguna para hacerlo, que a la ilegalidad concreta una vez consumada que es
mucho más fácil de hacerlo entender políticamente hablando, pero ante asunto de
tamaña gravedad no estaría de más actuar “a priori” y no sólo “a posteriori”
con cualquier tipo de advertencia institucional clara y concisa, al igual que
se actúa, por ejemplo, contra un comando terrorista cuando se tiene certeza de
que está a punto de cometer un delito grave. ¿Ninguna advertencia a Forcadell y
a la Mesa del Parlament por aceptar primero y convocar para debatirlo después
un documento que legalmente es inaceptable y amenaza nada menos que... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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