La noticia de que la
Junta Electoral prohíbe al Gobierno exhibir las mejoras del mercado laboral nos
induce a considerar que, cuando más trasparencia debiera exigirse, para lo
bueno y para lo malo, ya que muy pronto los españoles hemos de ir a votar y
cuanta más información mejor para decidir el voto, la Junta Electoral avala un
cántico a la opacidad a todas luces indeseable, al estimar parcialmente una
denuncia del PSOE contra el Ministerio de Empleo “por acciones de venta de logros”,
con lo que expresiones como “hay 300.000 ocupados más que antes de la reforma
laboral” o “lideramos la caída del paro femenino” quedarían desautorizadas.
Entendía el PSOE que el Ministerio debiera retirar dos notas de prensa y un
video de su página web y de las redes sociales gestionadas por el Ejecutivo ya
que vulneraban “el principio de igualdad de los actores electorales”. Y la
Junta le da parcialmente la razón. No hace mucho se armó la marimorena cuando
el Ayuntamiento de Madrid pretendía con una página web desautorizar las
versiones sobre noticias que no fueran las oficiales, validando ante la opinión
pública las propias del Ayuntamiento. Y yo, como otros muchos, me pregunto, si
los datos son verdaderos, ¿qué problema hay en que se conozcan? y si fueran
falsos ¿para qué están los tribunales? Es más, lo deseable, para bien o para
mal de quien sea, es que la ciudadanía sepa no ya los datos de empleo, por
ejemplo, sino la evolución de los mismos, su relación positiva o negativa con
las medidas adoptadas al respecto, su calidad, etc etc y, obviamente, las
versiones que sobre ellos se dan, tanto desde el Gobierno como desde la
oposición, los sindicatos, los empresarios… y desde todo bicho viviente. Las
mordazas nunca fueron buenas para la trasparencia y mal síntoma es que alguien
pretenda imponerlas. Si es cierto que, por ejemplo, “lideramos la caída del
paro femenino” o que “hay 300.000 ocupados más que antes de la reforma laboral”,
que sería lo sustancial, qué problema hay en que el gobierno de turno lo exhiba
como uno de sus logros; qué problema en que lo compare con gobiernos
anteriores; qué problema en que la oposición arremeta sobre aquellos fracasos
del gobierno de turno y le exija que responda por ellos…. Problema, ninguno,
sino todo lo contrario, como... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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