Que el yihadismo ha
declarado la guerra a Europa es ya indiscutible y quien prefiera llevarse a
engaño que apechugue después con las consecuencias que, al final, pagaremos
todos. La llamada cultura occidental, nuestra forma de ver la vida y de vivir,
nuestro sistema democrático, nuestras libertades, nuestro sentido de la
igualdad entre hombres y mujeres, así como de la no discriminación por razón de
raza, nacimiento, creencia o cualquier otra diferencia, nuestro sistema
político-económico y nuestras relaciones socio-laborales y productivas, así
como tantos otros aspectos de la llamada cultura occidental, la que ha generado
mayores cotas de progreso económico, paz, bienestar y libertad en todo el
Planeta está amenazada de muerte. Y la última batalla de esta declarada guerra sangrienta
e irracional, si es que alguna guerra puede llamarse racional, se acaba de
librar en París, la capital francesa, con un saldo de más de ciento veinte
muertos inocentes y el doble de heridos, algunos de ellos de extrema gravedad,
mientras disfrutaban de sus horas de asueto en varios lugares de diversión del
centro de la ciudad. Una cadena de atentados, protagonizados por menos de una
decena de kamikaces, dispuestos a inmolarse al grito de “Alá es grande”
(supongo que al mismísimo Alá se le helará la sangre al contemplar tan
horrendos comportamientos) siembra de cadáveres y heridos el centro de París a
tiro limpio y con explosivos, incluso adosados a sus cuerpos, desencadenando el
terror más sangriento entre los parisinos y la repulsa internacional de los
ciudadanos bien nacidos en cualquier lugar del mundo. Incluso el mismísimo
Hollande ha tenido que ser evacuado de un estadio de fútbol, después de varias
explosiones cerca del mismo, para reunir a su gabinete de crisis y decretar el
estado de emergencia en Francia, desplegar al Ejército y cerrar las fronteras
del país, mientras España, amenazada igualmente por los yihadistas, como el
resto de Europa, ya en alerta, incluso estudia hoy mismo subir el nivel de la
misma y decretar la “alerta máxima” al menos en determinados supuestos.
Hollande llama a la sociedad a “mantener la grandeza de Francia para derrotar
al terrorismo” mientras se hace urgente que el resto de mandatarios europeos
hagan idéntica llamada a sus respectivas sociedades y entre todos ellos,
incluidos los... (sigue leyendo en
Blog Ojo crítico, http://jcremadesena.blogspot.com.es/ o Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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