Precisamente hoy, once
de septiembre, celebración de la Diada, arranca una tramposa campaña electoral,
pues convocada para elegir el futuro Gobierno de la Generalitat, como cualquier
otra elección autonómica en cualquiera de las CCAA, su convocante, Artur Mas,
camuflado en una lista que no encabeza, se empeña junto a sus compañeros
coyunturales de viaje, independentistas como él, en venderla como un plebiscito
ilegal “para decidir el futuro de la nación”, cuando de lo que se trata es de
elegir el gobierno autonómico. Es la enésima burla al Estado de Derecho por
parte del Molt Honorable President de Cataluña, que, con alevosía y premeditación,
incluso tiene prevista la “desconexión” de España cuando las Cortes Generales
estén disueltas con motivo de las inminentes elecciones generales. Y, ante
semejantes comportamientos antidemocráticos y totalitarios, no extraña que TV3,
al servicio de la causa, vete en la tramposa campaña al ex ministro Borrell,
cancelando una entrevista por denunciar la inviabilidad de una Cataluña
independiente, pues en determinados regímenes ya saben que salvo el pensamiento
único nada de nada, con lo que el ex ministro no está exento de razón cuando
afirma que “en Cataluña se tapona toda opinión que va contra el mantra
oficial”. Por su parte el Santander afirma que la incertidumbre política sigue
provocando fugas de capital; Piqué alienta la polémica de los pitos uniéndose a
la campaña “Guanyarem” en favor del deporte catalán, y Margallo rompe la línea
oficial del PP planteando reformar la Constitución. En definitiva, todo está
milimétricamente preparado en esta tramposa y engañosa campaña que, según el
CIS, arranca con ligera ventaja secesionista: Junts pel SÍ (es decir, la
derecha CDC, la izquierda ERC y las asociaciones independentistas) ganarían las
elecciones con el 38´1% y obtendrían entre 60-61 escaños; le seguirían
Ciudadanos con el 14´2% y 19-20 escaños, Cat sí que es pot (es decir, Podemos y
compañía) con el 13´9% y 18-19 escaños, PSC con el 12´2% y 16-17 escaños, PP
con el 9´4% y 12-13 escaños, y, finalmente, CUP con el 5´9% y 8 escaños, que,
sumados a los 60-61 de Junts pel Sí alcanzarían la mayoría absoluta que está en
los 68 escaños, suficiente para Mas, no para formar gobierno que es de lo que
se trataría, sino para proseguir el proceso de inminente proclamación de la
República de Catalunya, usurpando la soberanía nacional que reside en todos los
españoles. Y todo ello sin importar que, según... (sigue leyendo en
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