Cuando la sinrazón se
abre paso y nubla la racionalidad se suele caer en el más esperpéntico ridículo
con ribetes de delirio manifiesto. Así ha sucedido en el controvertido debate
televisivo entre el Ministro de Asuntos Exteriores García-Margallo y el
gerifalte del independentismo catalán Oriol Junqueras sobre las consecuencias
que para la población catalana tendría una hipotética República de Cataluña
proclamada de forma unilateral y contraviniendo la legalidad democrática
española y europea. Llegado el debate jurídico sobre la pérdida de la
nacionalidad española de los catalanes en caso de independizarse
unilateralmente Cataluña, Junqueras, intentando convencer a la audiencia que a
ningún catalán se le privaría de ella en contra de su voluntad y por tanto
podría seguir manteniendo los privilegios derivados, como español y europeo,
que en caso contrario perdería, el Ministro, tras recordarle, que “ustedes son
europeos porque están en España” (refiriéndose obviamente a la pertenencia a la
UE), le manifiesta que “es absurdo querer un Estado catalán con 7´5 millones de
personas con nacionalidad española” pues, en efecto, si ahora son catalanes y,
por tanto, españoles, qué razones hay para independizarse porque sólo quieren
ser catalanes y apelar al día siguiente al mantenimiento de la nacionalidad
española, es decir, a seguir siendo lo que son, catalanes y españoles. ¿No les
parece un planteamiento ridículo y un absurdo esperpento con claros matices
esquizofrénicos? No extraña pues que con semejantes argumentos para nada sirvan
las razonadas consecuencias que el Ministro pretendía poner sobre el tapete,
entre ellas que “su tasa de paro sería del 37%” o que las pensiones sufrirían
una reducción sustancial, ya que en esa supuesta Arcadia feliz de Junqueras y
compañía sólo habría felicidad y prosperidad, pues la amputada España y la
agraviada UE, se volcarían en no menoscabar un ápice el statu quo de la actual
Cataluña, española y europea (de la UE), sino todo lo contrario, como
agradecimiento a su deslealtad y a su proceder ilegal, del que el resto de
territorios españoles y de otros países europeos bien pudieran tomar nota para
una mayor atomización estatal. ¿Acaso la aspiración, según Junqueras, no es
seguir siendo catalanes, españoles y europeos? Entretanto, mientras Pablo
Iglesias (otro que tal baila) dice “catalanes, quédense y echemos juntos a
Rajoy”, Felipe González se suma a la campaña, advirtiendo en Hospitalet (ante
Sánchez e Iceta) sobre las “revoluciones de un día de fuego y 70 años de
miseria y problemas”, comparando a Artur Mas con Maduro ya que como el líder
venezolano sólo busca ocultar “su fracaso”. Por su parte el PP envía a... (sigue leyendo en
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