A tres días de las
elecciones autonómicas catalanas, convertidas en plebiscitarias por ordeno y
mando de Artur Mas, desde el balcón del Ayuntamiento de Barcelona y en el
tradicional saludo de las autoridades municipales y autonómicas con motivo de
la celebración del Día de la Mercé, nuestros políticos nos obsequian con un
bochornoso espectáculo, indigno de cualquier país democrático y desarrollado, con
una especie de guerra de banderas en cuyo desarrollo se podría haber incurrido
incluso en comportamientos delictivos que, sin lugar a dudas, en cualquier
democracia sólida y desarrollada hubiera acarreado, como mínimo, dimisiones de
los cargos implicados. En efecto, durante el tradicional evento y en presencia
de Artur Mas, Trías, Ada Colau, entre otras autoridades, a Alfred Bosch, líder
municipal de ERC, se le ocurre la brillante idea de colgar en el balcón una
estelada (bandera no constitucional y, por tanto, ilegal como lo es la
republicana o la del aguilucho) y ninguna autoridad se inmuta, como si fuera
algo normal, entre algunos aplausos en la plaza por quienes se sienten a gusto
en los márgenes de la ley. Ante dicha exhibición, Fernández Díaz, líder
municipal del PP, intenta colocar en el balcón la bandera española
(constitucional, democrática y legal), pero se queda simplemente en intento ya
que el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarelo (quien tiene bien colocada
a su pareja en el ayuntamiento sin que suponga nepotismo alguno) y, por tanto,
brazo derecho de la alcaldesa populista Ada Colau, se lo impide casi por la
fuerza como si de un delito se tratara. Y todo en presencia de Mas, Trías,
Colau y compañía que presencian el bochornoso espectáculo como si nada anormal
ocurriera y todo fuese normal. Es la nueva forma de entender la democracia de
tan insignes representantes gubernamentales de la anormalidad. Para nada
extraña pues que la Generalitat reclute jueces para la Cataluña independiente
y, a tal efecto, el juez suspendido Santiago Vidal (¡quién mejor que él!) está
entrevistando abogados para... (sigue leyendo en
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