Intentando salvar los
lógicos escollos en cualquier tipo de negociación, los equipos negociadores del
PP y Ciudadanos, que dan un ultimátum para cerrar el acuerdo de investidura,
que la dejaría a muy pocos escaños de la mayoría absoluta o a muy pocas
abstenciones de la mayoría simple en la segunda votación, prosiguen con su
intenso trabajo para lograrlo. Tanto Rajoy como Rivera, que se implican
directamente, están empeñados en que los últimos escollos no supongan un
bloqueo que enturbiaría más aún el ya incierto éxito de la investidura, ante la
persistente negativa de Sánchez (y del resto de líderes políticos) a
desbloquearla, pero, en todo caso, eso ya sería su problema. Asimismo tanto
Rajoy como Rivera, descartan un acto solemne para la firma. A pesar del ultimátum dado por Rivera, los populares
piensan que finalmente llegarán a firmar el acuerdo pese a las exigencias de
Rivera. Aunque las mayores dificultades se centran ahora en las “partidas de
gasto”, condicionado y limitado obviamente por las exigencias de la UE, ya se
ha recorrido un buen trecho en la negociación, incluida la reforma del Poder
Judicial, cuya mayoría de miembros sería elegida por jueces y no por los partidos
políticos lo que incrementaría su independencia y no se descarta que sobre la
partida de gasto se llegue a un consenso “intermedio”, por lo que se espera una
inminente firma del acuerdo. En todo caso, Sánchez, sigue empeñado en su
apriorístico “no” a la investidura y en su apriorístico “no” a los Presupuestos,
antes de conocerlos, por lo que, salvo sorpresa de última hora, ni habrá
Gobierno ni Presupuestos de momento y lo que sí habrá es repetición de
elecciones, por más que los líderes socialistas digan que no las habrá, que no
se apoyará al PP y que no se presentará una alternativa con los radicales (las
tres cosas son, simplemente, imposibles a la vez). Ya se especula que lo que
realmente quiere el líder socialista son elecciones, y, al efecto, anuncia que,
aunque Rajoy no fuera el candidato (asunto que absurdamente proponen ahora
algunos barones como salida al bloqueo, sin pensar que es impresentable
cambiarle los liderazgos a partidos ajenos, cuando debieran plantearse si son
adecuados los propios) o que, aunque lo cambiaran los populares como baza
negociadora, seguiría diciendo “no” al PP hasta el final. Al efecto, ya ha
propuesto, pensando más en elecciones que en el desbloqueo, acortar la campaña
electoral para que se celebren el 18 y no el 25 de diciembre, asunto que apoya
tanto Ciudadanos como Podemos y que el propio Gobierno no descarta, siempre que
la pertinente reforma legal sea posible. Seguramente, ante la mínima subida que
le dan las encuestas y ante el suelo electoral socialista (empeorarlo ya casi
es imposible), que ha tocado fondo, Sánchez esté animado a... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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