martes, 23 de agosto de 2016

ACERCA DE LA ABSTENCIÓN


                        Es obvio que, ante cualquier acontecimiento, circunstancia, suceso o hecho, en cualquier orden de cosas o faceta de la vida, cabe posicionarse de tres formas distintas: o lo apoyas, o lo rechazas, o te es indiferente. En política no podía ser menos. Por tanto, ante la inminente sesión de investidura de Rajoy o cualquier posterior propuesta parlamentaria, sólo cabe apoyarla con un “sí”, rechazarla con un “no” o abstenerse, que, obviamente, ni supone apoyo ni rechazo, aunque también comporte consecuencias pues la abstención no tiene por qué ser neutra o indiferente. Simplemente supone dejar las cosas como están sin mi apoyo o rechazo. Es así de fácil o sencillo de entender, al igual que, salvo el “no”, que supone un rechazo rotundo sin necesidad de negociación alguna, tanto el “sí” como la abstención, pueden ser o no, como es obvio, producto de una previa negociación con una determinada finalidad. Si limitamos el concepto de abstención a la ciencia política, es el acto por el que un votante potencial decide no ejercer su derecho al voto en elecciones (generales, territoriales o locales) o en procedimientos parlamentarios, como es el caso, cuando, estando presente, decide no votar o intencionadamente abstenerse cuando existe expresamente dicha opción y, en ambos supuestos, el abstencionista ni apoya ni rechaza el asunto tratado, pues simplemente se atiene al resultado mayoritario resultante de quienes sí votaron y optaron por un “sí” o “no” a lo propuesto. Conviene pues que todos conozcamos el significado exacto de abstenerse ya que, a mi juicio, se intenta confundir a la opinión pública ante la hipótesis de una abstención por parte del PSOE, o de cualquier otro partido, de la que, obviamente, depende... (sigue leyendo en Blog Ojo crítico, http://jcremadesena.blogspot.com.es/)

No hay comentarios:

Publicar un comentario