Mientras
Podemos se queda fuera de juego tras perder toda iniciativa respecto a la
gobernabilidad de España y la pertinente investidura, y mientras el PSOE sigue
a lo suyo, enfangado en una verdadera crisis interna, el PP y Ciudadanos
avanzan de forma positiva en su intento de negociar posibilidades de algún tipo
de desbloqueo político que permita a España entrar de nuevo en la normalidad
democrática e institucional. En efecto, según se publica, los equipos
económicos, acercan a PP y Ciudadanos, favorecidos, entre otras cosas, por la
relación entre Luis de Guindos y Luis Garicano, lo que facilita obviamente el
entendimiento, por lo que no es nada descabellado afirmar que, de momento, el
futuro de la gobernabilidad o al menos de intentarla está en manos de los
Luises, quienes, alejados de demagogias populistas inaplicables, sabrán ajustar
nuestros recursos, siempre escasos, a las necesidades más convenientes para los
españoles de acuerdo con los ineludibles compromisos adquiridos como miembros
de la UE. Entretanto, Susana Díaz, enfrentada a Pedro Sánchez desde que César
Luena amenazara con una gestora en Andalucía, está cada vez más presionada para
que dé el paso de presentarse a la Secretaría General del PSOE, aunque quiere
evitar unas primarias creyendo tener más posibilidades si concurre en un Congreso
directamente; para algunos, este cambio de liderazgo es la única forma de que
se pueda atisbar una mínima flexibilidad del PSOE, ante la intransigente
postura, aunque se hunda el mundo, de Pedro Sánchez, el Empecinado, y su cúpula
dirigente, encallada en el no, no y no, a facilitar la gobernabilidad de quien
ganó las elecciones, mientras dice no querer nuevos comicios, pero no aclara si
volverá a protagonizar el esperpéntico acto de investidura fracasada tras el
20-D con una nueva edición de un hipotético gobierno frentista (supongo que en
esta ocasión descartando a C´s) con el apoyo descabellado de todo bicho
viviente que se preste a ello. Por su parte, Mariano Rajoy, se toma un respiro
de fin de semana en Pontevedra, tras las negociaciones para su investidura, que
nada han aclarado, salvo la disposición de Rivera a seguir negociando, mientras
todo el mundo espera que aclare si se presentará a la investidura en caso de no
conseguir apoyos suficientes, asunto que, a mi juicio, no debiera ni plantearse
ya que no hacerlo le supondría un coste político mayor que perder la votación
de investidura, al margen de que, como siempre sucede, se pudiera justificar
tan irresponsable comportamiento con informes de algunos expertos a favor de la
constitucionalidad del mismo. Así pues, por mero... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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