viernes, 19 de agosto de 2016

INVESTIDURA O NAVIDADES ELECTORALES


                        Tras una insoportable hojarasca de demagogia desde las elecciones del 26-J (yo diría que desde el 20-D) en la que la mayoría de los políticos, y sobre todo los líderes de los distintos partidos, ha hecho gala de su miopía política, cuando no de sus egoísmos personales, por fin dos de ellos, Rajoy y Rivera, son capaces de hilvanar un mínimo acuerdo hacia una necesaria investidura gubernamental, que suponga una mínima esperanza de gobernabilidad durante la legislatura. La decisión de Rivera de transitar desde el inicial veto a Rajoy y el “no” a su investidura, pasando por la abstención “técnica” posterior, a negociar un voto favorable a la investidura con el ganador de las elecciones, calificada por el socialista Felipe González como “el primer acto de responsabilidad política desde las elecciones”, ha dado sus frutos finalmente, haciendo que lo que suele ser normal en toda Europa, la negociación política, y, más aún si se trata de cuestiones fundamentales, como es el caso, sea también normal en España. En efecto, desmontando las especulaciones demagógicas, más o menos intencionadas, que vaticinaban lo contrario, Rajoy decide someterse a una investidura pactada con Rivera a pesar de que dicho pacto no garantice su éxito al sumar sólo 169 diputados, por tanto, el Presidente en funciones acudirá, en contra de lo que se decía, al debate sin el respaldo suficiente para ser elegido Presidente, mientras Sánchez mantiene su “no” rotundo a la investidura y de momento no presenta ninguna alternativa para impedir la convocatoria de unas nuevas elecciones, que serían insólitas en toda Europa y el colmo de la incompetencia y la irresponsabilidad política. El PP asume pues que la votación de la investidura puede ser fallida pero intentará sumar al PSOE hasta el final ya que si Sánchez mantiene inamovible su “no” habrá que ir de nuevo a elecciones. Es la triste realidad, guste o no guste, y es así de fácil y sencillo de entender. Y curiosamente dichas elecciones, teniendo en cuenta que la fecha fijada para el debate de investidura es el 30 de agosto, las hipotéticas elecciones, indeseables e indeseadas, se habrían de celebrar, según los plazos establecidos, el próximo 25 de diciembre, es decir, el Día de Navidad. Por tanto, salvo que alguien... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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