lunes, 15 de agosto de 2016

NUEVA CASTA PODEMITA


                        Demasiado pronto, para sus propios intereses, se ha quitado la careta la nueva casta podemita, que en muchos aspectos negativos ya supera con creces a la vieja casta de los partidos tradicionales, especialmente en cinismo, incoherencia, demagogia y contradicciones, mientras afloran “in crescendo” sus incipientes conductas impresentables, cuando no fechorías que rayan lo delictivo. En tiempo record, desde que han tocado algo de poder real (imaginen si llegan a tocar más), gracias en buena parte a la absurda e incomprensible colaboración del PSOE, los hechos demuestran que su objetivo no es erradicar de la democracia española, que ellos llaman régimen, ni nepotismos, ni enchufes, ni contratos laborales irregulares, ni fraudes a Hacienda, ni apropiaciones indebidas, ni incumplimientos de contratos, ni incompatibilidades, ni machismos, ni violencias, ni tantas otras conductas reprobables y poco éticas, cuando no delictivas. Seguramente no entendimos bien su mensaje y, por lo visto, el objetivo no era borrar estos indecentes comportamientos de la práctica política, sino arrebatárselos a la vieja casta para que la nueva casta, es decir, la de ellos mismos, se los apropiara o, al menos, los compartiera con ella, con la agravante incluso, como si fuéramos idiotas, de añadirle la desfachatez de justificar los suyos e incluso aplaudirlos, cuando la vieja casta, al menos, si la pillan in fraganti, no es tan osada y simplemente suele hacer mutis por el foro y, a lo sumo, recurre a la socorrida presunción de inocencia (sólo aceptable en el terreno judicial) para eludir las responsabilidades políticas susceptibles de una manifiesta presunción de indecencia, pero sin vanagloriarse por ello ni intentar justificarlo. Ahora ya vamos... (sigue leyendo en

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