martes, 20 de enero de 2015

LIBERTAD Y SEGURIDAD

                        Los sangrientos sucesos en París han desatado, como era previsible, un falso debate político, el de siempre, entre “libertad o seguridad”, cuando el verdadero debate, el necesario y urgente, debiera ser el de “libertad y seguridad”. Sólo intereses espurios justifican la disyuntiva en el binomio libertad-seguridad, formado por dos conceptos esenciales en términos democráticos, pues es imposible, por razones obvias, que, sin seguridad, haya libertad, ya que, no en abstracto sino en concreto, no se podrían ejercer las libertades reconocidas, tanto las individuales como las colectivas, cuyo ejercicio quedaría al arbitrio caprichoso de los más fuertes, de los más poderosos. Es obvio que puede haber seguridad sin libertad, como sucede en algunos estados dictatoriales, pero jamás libertad sin seguridad, como sucede en todos los estados democráticos consolidados. Una seguridad, democráticamente establecida dentro de un marco legal adecuado, precisamente como garantía de las libertades ciudadanas que en él se recogen. Por tanto quienes se empeñan en cambiar la copulativa por la disyuntiva en el binomio libertad-seguridad se colocan en el terreno de la demagogia sin interés alguno por defender la libertad, lo que sólo puede explicarse desde la ignorancia o desde el miope objetivo de obtener una rentabilidad política partidaria mediante sofismas que caerían por su propio peso ante la más mínima reflexión razonada al respecto. Por tanto, el debate sólo tiene sentido estrictamente cómo búsqueda de un equilibrio satisfactorio entre los términos libertad y seguridad, complementarios y no antagónicos, que, obviamente, al no ser objetivo, pues cada uno puede entender dicho equilibrio de forma distinta, habrá que buscar... (sigue leyendo en Blog Ojo crítico, http://jcremadesena.blogspot.com.es/) 

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