Aunque lo más razonable es descartar la
posibilidad de que en Grecia haya que recurrir a un “corralito” (restricción de
la libre disposición de dinero en efectivo de plazos fijos, cuentas corrientes
y cajas de ahorros, como ya sucediera en Argentina en 2001), la UE no lo
permitiría, no es menos cierto que los propios griegos o buena parte de ellos
andan sacando sus dineros de los bancos por si acaso, mientras los ministros de
Tsipras anuncian subida del sueldo mínimo (hasta 750 euros, mayor, por ejemplo,
que el de España, 648´60), suspensión de las privatizaciones que estaban en
marcha con el anterior gobierno, supresión del copago sanitario… y, en
definitiva, el prometido fin de la austeridad que recomienda Bruselas y que, con
mayor o menor énfasis, están poniendo en marcha todos los demás países de la
UE. Y como todo lo anterior está muy bien desde el punto de vista teórico, pero
Tsipras no dice de dónde va a sacar el dinero para ese mayor gasto y menor
ingreso que suponen las citadas medidas (si gasto más e ingreso menos, no salen
las cuentas y menos aún en situación de crisis) los mercados, al igual que
buena parte del pueblo griego, están alarmados, como es lógico, ante semejante
desafío a Bruselas, con lo que, de momento, la Banca pierde en Grecia un 43% de
su valor, la Bolsa cae un 9´2% y la prima de riesgo griega rebasa los 1000
puntos. En definitiva, las primeras medidas del unisexuado gobierno griego de
Tsipras provocan una fuga de capitales sin precedentes, hunden la bolsa griega
(las del resto de socios europeos aguantan de momento el tirón) y lastran los
intereses de los bonos italianos y españoles. Por tanto, todo el mundo está
expectante ante ... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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