jueves, 29 de enero de 2015

GRECIA, DESEO Y REALIDAD

                        La contundente e indiscutible victoria de Syriza en Grecia, quedando sólo a dos escaños de la mayoría absoluta, genera una oleada de sentimientos encontrados, no sólo en Grecia sino en el resto de Europa y, si me apuran, en ámbitos que trascienden el mapa europeo, levantando, según el color político de unos u otros, alegrías o tristezas desbordadas que sólo el tiempo y los hechos concretos las harán volver a su cauce. Por tanto desde el principio, convendría esforzarse en hacer análisis objetivos de la situación para sosegar los ánimos de unos y otros, evitando la confusión entre deseo y realidad que, sin duda, generaría una esquizofrénica frustración colectiva en un futuro más o menos próximo. Hay que aclarar que porque un partido radical de izquierdas haya ganado en Grecia, ni se hunde el mundo, ni la UE se desmorona, ni se avecina el caos, ni los griegos pasarán de la miseria a la opulencia, ni de la austeridad al despilfarro, ni el sur se rebelará contra el norte, ni nada por el estilo. Que el pueblo griego, como es su derecho, siguiendo las consignas de Tsipras, haya apostado de forma contundente por los deseos, que la mayoría compartimos, para nada cambia la cruda realidad que están viviendo los griegos, ni las dificultades que atraviesa la Eurozona. A lo sumo sólo genera innecesarias incertidumbres a causa de la agresividad manifiesta sin precedentes de Tsipras contra la UE y sus instituciones. Al final, que de todas las miserias griegas, como sucede en otros países, se culpe casi en exclusiva a la perversa Troika, porque, a través de perversos gobiernos moderados, disfruta con que los diversos pueblos se mueran de hambre, sólo sirve para ganar unas elecciones, pero no para ... (sigue leyendo en Blog Ojo crítico, http://jcremadesena.blogspot.com.es/)

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