Para que en España no nos falte de nada, si
en Grecia tienen un Tsipras, en España, por falta de uno, tenemos dos. En
efecto, cuando parecía que Pablo Iglesias iba a ser más o menos el Tsipras
griego y su partido Podemos el Syriza griego en España o, dicho de otro modo,
el Tsipras y el Syriza españoles, que nos sacaría del pago de la deuda y nos
auparía a una política expansiva de gasto sin precedentes que consolidaría un
Estado de Bienestar asimismo sin precedentes, resulta que nos aparece otro
Tsipras en España. Se trata de Alberto Garzón, el candidato de IU a las
generales que manifiesta sin tapujos: “Mi intención es ser el Tsipras español.
Su partido es nuestro homólogo. Colaboramos desde hace tiempo”. Y no le falta
razón en lo que dice. Su partido, IU, se declara abiertamente de izquierdas,
como Syriza, a diferencia de Podemos que no se declara ni de izquierdas ni de
derechas, sino todo lo contrario; y su partido, ya colaboraba con Syriza cuando
ingenuamente pensaba que lideraba políticamente aquella movida callejera,
amorfa y reivindicativa, sin calcular que estaban al acecho los actuales
líderes de Podemos no sólo para aprovecharla en beneficio propio,
constituyéndose como partido político, sino además para fagocitarla, como está
a punto de suceder. Añade Garzón, probablemente con toda razón, que “que
Podemos no quiera ir con IU en unas elecciones es un error histórico” y se
resigna incluso cuando dice “no quiero disolver mi partido, pero si hay que
poner otro nombre, como Ganemos, que se pueda hacer”. Se olvida Garzón de los ... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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