Pedro Sánchez, mientras desvela su programa
económico para las elecciones generales (en líneas maestras: bajar presión
fiscal a clases trabajadoras y subirla a las rentas altas y de capital;
financiar con impuestos las pensiones de viudedad; simplificar el número de
contratos laborales y revisar el Estatuto de los Trabajadores; restar
competencias a las diputaciones en favor de los ayuntamientos; amoldar los
sueldos de los políticos a sus responsabilidades; subir el salario mínimo
interprofesional; un plan de empleo para mayores de 50 años; promover un parque
de viviendas sociales…), dice que “el bipartidismo ha hecho acomodarse al
PSOE”, lo que puede interpretarse como una crítica al bipartidismo, como hace
el resto de partidos minoritarios, o una autocrítica a su propio partido que,
obviamente, no sólo anda acomodado sino también desnortado desde hace ya
demasiado tiempo. Su coqueteo, bien a nivel federal o a niveles de federaciones
territoriales, con opciones nacionalistas o de izquierda radical no socialista,
cuando la mayoría de su electorado socialista cree que el partido debe situarse
en el centro izquierda, como siempre estuvo hasta las veleidades de Zapatero,
lo ha abocado a la difícil situación que ahora atraviesa, al extremo de que,
estando en la oposición, haya sido incapaz de remontar al partido popular a
pesar del desgaste lógico de gobernar en difícil situación con políticas
austeras que siempre suelen ser impopulares. En todo caso, de ese votante
socialista que prefiere ubicar al PSOE en el centro izquierda, según encuesta
de NCReport, y que un 82% del mismo cree que a pesar de todo las siglas no van
a desaparecer, un 72´4% piensa que lo que realmente les debilita son las... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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