Como si de un yacimiento inagotable se
tratara, la corrupción fluye en España a raudales inundándolo todo de forma
insoportable. Raro es el día en que no nos levantamos con alguna noticia
referente a conductas indeseables por parte de quienes gestionan todo tipo de
instituciones, como si no pudieran sobrevivir fuera de la ciénaga. Al margen de
todos los “casos estrella” que, por su volumen o el protagonismo de sus
actores, llaman la atención ciudadana de forma especial, no faltan otros, no
menos rechazables, que se van colando por el sumidero de la cloaca para
desgracia de todos nosotros. Sin ir más lejos, hoy mismo se publican algunos de
ellos dignos de mencionar. En primer lugar (aunque el orden de los factores no
altere el producto) el comisario Villarejo denuncia ante el juez al Jefe de
Asuntos Internos, Marcelino Martín-Blas, por alterar la investigación y
“manipular pruebas” en varios sumarios de corrupción, además de atribuirle
determinados trabajos para el PP. En segundo lugar, un vecino del pueblo toledano
Corral de Almaguer denuncia que la alcaldesa del mismo y senadora del PP ha
retirado decenas de multas a personas afines a su partido, familiares y amigos,
ganándose a pulso el apelativo de la “quitamultas”. En tercer lugar la
Administración ignoró nada menos que durante 7 años las pruebas que un
funcionario entregó contra Helga Schmidt, la gerente del Palau de Valencia que,
además de su sueldo, cobraba comisiones del 10%. Y en cuarto lugar, tras la
imputación de Bartomeu por parte del juez Ruz por fraude fiscal en el fichaje
de Neymar, al Presidente del Barça, en vez de manifestar que ... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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