martes, 9 de enero de 2018

TORMENTA ATMOSFÉRICA Y POLÍTICA


                        La tormenta de frío, viento y nieve con la que los Reyes Magos nos han obsequiado en este año 2018 ha provocado, entre otras cosas, que miles de personas hayan quedado atrapadas en diversas carreteras, especialmente en la autopista AP-6, convertida en una verdadera ratonera para entre 3.500 y 4.000 vehículos que regresaban a casa tras sus merecidas vacaciones, teniendo que aguantar sus ocupantes incluso más de quince horas hasta que por fin la Unidad Militar de Emergencias del Ejército, movilizando a más de 240 efectivos, acudiera en su auxilio y finiquitara el caos. Un caos provocado por la intensidad del tráfico y de la nevada, que recuerda a aquel otro caos acaecido en 2009, cuando Rajoy y el PP, entonces en la oposición, arremetieron contra el entonces gobierno de Zapatero al que acusaban de imprevisión y de ineficacia, desencadenando una verdadera tormenta política. Pues bien, ahora sucede lo propio pero con los papeles cambiados, ya que PSOE y el resto de la oposición, arremeten contra el Gobierno acusándole de lo mismo. Al parecer las tormentas naturales, provocadas por fenómenos atmosféricos, provocan tormentas políticas con claro objetivo electoralista, pero nadie aporta medidas concretas ni ideas para afrontar las primeras con mayor eficacia y a todos, si están en la oposición, les encanta provocar las segundas en beneficio propio. Si entonces lo hizo el PP, ahora lo hace el PSOE….y en ambos casos el resto de la oposición, que al no haber gobernado, ni gestionado por tanto los destrozos de ninguna tormenta atmosférica, están limpios de polvo y paja. En fin, ya saben, en política no hay catástrofe que por bien no vega. Fomento y la concesionaria de la autopista, expedientada por el Gobierno, se culpan mutuamente del caos: De la Serna dice que la gestión depende de Iberpistas y ésta asegura que quien coordinaba era el Ministerio. Por su parte la DGT afirma que advirtió a los conductores, mientras PSOE, Podemos y Ciudadanos critican la “imprevisión” y reclaman al Ejecutivo de Rajoy que dé explicaciones en el Congreso, poniendo a Interior, Fomento y DGT en el punto de mira. Al final, la tormenta política es de tal envergadura que hasta el PP pide “decisiones osadas” a Rajoy tras este caos circulatorio y el Presidente, aunque no se plantea ceses, rectifica a sus ministros que culparon al inicio a los conductores (iniciativa políticamente incorrecta, aunque sea cierto que muchos conductores no se equiparon debidamente para ese viaje de riesgo), mientras incluso a nivel interno señalan al director de la DGT porque “ya tiene otros capítulos en su currículum”. Y es que Rajoy limita la.... (sigue leyendo en

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