sábado, 6 de enero de 2018

RIESGO DE REITERACIÓN DELICTIVA


                        La prisión preventiva de un presunto delincuente se sustenta en el riesgo de que pueda destrozar pruebas del delito que se le imputa, de que pueda huir para eludir la Justicia o de que peligre su reiteración delictiva si queda en libertad. Son las causas por las que decenas y decenas de presuntos delincuentes investigados judicialmente están encarcelados preventivamente, como, entre otros, sucede en el caso más reciente del presunto asesino de Diana Quer, de quien nadie en su sano juicio pediría su libertad. Pues bien, salvando las distancias y la diferente naturaleza de los presuntos delitos, es lo que sucede con Junqueras y compañía, con la agravante además de que el ex vicepresident catalán no está dispuesto a renunciar a la ilegal “vía unilateral”, tal como se desprende de su reciente declaración ante el Supremo, quien, obviamente, ha decidido mantenerle preso para evitar que pueda seguir delinquiendo mientras se desarrolla la investigación judicial. ¿Se imaginan que el juez pusiera en libertad a “El Chicle” si además el presunto asesino y violador dijera que sigue apostando por reiterar los delitos por los que se le está investigando? Seguro que ni se lo imaginan. Esta es pues la razón, y no otra, por la que el Supremo ha decidido por unanimidad rechazar el recurso de Junqueras, pidiendo su excarcelación con el argumento de que “soy un hombre de paz, le ruego mi libertad”, pero sin estar dispuesto expresamente a renunciar a la “vía unilateral” ni a respetar y acatar las decisiones de los tribunales de Justicia. ¿Se puede ser hombre de paz actuando al margen de la Ley y alardear de ello?. Si todos hiciéramos igual, reinaría el caos y la violencia por doquier. Ya horas antes de saber si sería excarcelado o no, el ex vicepresident utilizaba un tono poético en una carta desde la cárcel, apelando al “estoicismo” y diciendo “me clavo en el pecho la espada que ya no me servirá para combatir”, mientras defensores de su libertad argumentaban que ha de dejársele libre para que pueda ejercer como político en su condición de diputado. ¿Acaso ser político y electo para un cargo es argumento razonable para eludir la Justicia? ¿Se entendería esto como argumento para cualquier otra profesión? Seguro que no. Por ello, no sin razón, Fiscalía sostiene que aspirar a ser Presidente no sirve de “salvoconducto” para librarle de la prisión provisional o de las responsabilidades penales y, no sin razón, el Supremo cree que Junqueras reincidirá y, para evitarlo, lo deja en la cárcel ya que “no se trata de impedir que defienda la independencia, sino que lo haga de la misma manera” que lo ha venido haciendo hasta ahora, es decir, al margen de la Ley y, por tanto, delinquiendo, mientras él, como líder de ERC pide a sus bases que se mantengan unidas: “persistid, porque yo persistiré” (es decir, mantenerse firmes y constantes en la manera de ser y obrar, en definitiva, en seguir delinquiendo). ¡Menos mal que..... (sigue leyendo en

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