A los separatistas
totalitarios catalanes les podríamos aplicar aquello de “Dios los cría y ellos
se juntan” pues, cuando llega la hora de la verdad, siempre superan cualquier
discrepancia ideológica y hacen piña contra los demócratas para imponerles su
santa voluntad contra viento y marea. No importa si son de derechas o de
izquierdas, si la legalidad democrática les ampara o no, si entre ellos hay
concepciones opuestas en políticas económicas o sociales, o si hay partidos
condenados por corrupción entre ellos; todo queda supeditado al objetivo
sacrosanto del independentismo. En efecto, el separatismo, una vez más, desafía
la ley y pacta elegir candidato único y universal para presidir la Generalitat al
prófugo Puigdemont, quien convence a ERC para ser investido telemáticamente en
contra de los letrados de la Cámara a pesar de que Junqueras había dicho
cínicamente que en esta ocasión habría que atenerse a la legalidad vigente y a
los informes de los letrados. El acuerdo pues sitúa al diputado de Esquerra
Roger Torrent como nuevo President del Parlament con los votos de PDeCat, ERC y
las CUP a cambio de apoyar después a Puigdemont como President de la
Generalitat, mientras, entre otras cosas, la corrupción y las deudas obligan a
Convergencia (el derechista y hoy camuflado partido de Pujol, Mas, Puigdemont y
compañía) a poner en venta sus sedes, sin que nada obstaculice al izquierdista ERC
ni al ultraizquierdista y antisistema CUP para apoyarle. Es más, a modo de
entrenamiento para la que se avecina y como ensayo general del fraude a
distancia, Puigdemont hasta participa desde Bruselas, junto a los exconsellers
Clara Ponsati y Lluis Puig, en la reunión del grupo parlamentario de JxC, el
día anterior a la constitución del nuevo Parlament, que finalmente queda
presidido por el radical Torrent, el “chico para todo” de ERC, quien en su
discurso inaugural del nuevo cargo omite la independencia e invita a “superar
el 155” y a “coser Cataluña” , por lo que hasta el PP (¡craso error”!) aprecia
un “nuevo tono”. En definitiva, ERC toma
el control del Parlament y Roger Torrent lo preside con los votos de PDeCat,
ERC y CUP (incluidos los votos delegados de los diputados encarcelados), la
abstención de los comunes de Ada Colau y los votos contrarios del resto de
grupos, quedando a la espera el desenlace final de la investidura, que
Puigdemont da por hecha con el voto de ERC y, por si acaso, moviliza a la ANC
para presionar a Junqueras, ya que Esquerra no tiene clara todavía la fórmula
para consolidar esta especie de insólita investidura virtual a distancia. Por
su lado Rajoy anuncia que recurrirá al TC si el nuevo Parlament permite el voto
delegado de los prófugos de la Justicia, mientras los separatistas amenazan con
Puigdemont o nuevas elecciones, y por boca de Rull, sobre el ex president
fugado, sostienen que “no vamos a renunciar de ningún modo”; los comunes se
abstienen a cambio de respaldo en el Ayuntamiento de Barcelona; los populares,
que piden a Ciudadanos un diputado para poder formar grupo parlamentario,
recuerdan que en caso contrario los independentistas tendrán mayorías en todas
las comisiones; y el Gobierno refuerza el control por temor a un “golpe de
efecto” si regresa clandestinamente Puigdemont, quien obviamente sería
encarcelado inmediatamente. Ya ven, esto no ha hecho más que empezar. Y
entretanto.... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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