martes, 10 de mayo de 2016

PODEMOS-IU, MATRIMONIO DE CONVENIENCIAS


                        Mientras en el PSOE los dirigentes regionales deciden apoyar a Sánchez hasta el 26-J, esperando a los resultados para tomar decisiones sobre el liderazgo socialista, y mientras Colau cierra un acuerdo inminente para gobernar Barcelona con el PSC, Podemos e IU, tras no pocas dificultades, deciden celebrar un matrimonio de conveniencia, cerrando un pacto por el dominio de la izquierda, cuyo objetivo, según unos, es conseguir el “sorpasso” del PSOE y, según otros, una necesidad de supervivencia de la izquierda radical populista ante el declive podemita y el ascenso de IU que auguran las encuestas. En fin, al margen de especulaciones, lo cierto es que, finalmente, IU y Podemos cierran un pacto para ir en coalición el 26-J por el que Garzón se asegura ocho o nueve diputados en las listas, compartiendo ambos un programa de mínimos, aún desconocido, pero haciendo campañas separadas (juntos pero no revueltos). En todo caso, Garzón entrega IU a Iglesias a cambio de un puñado de escaños (de propuestas programáticas ya se hablará), uno comunista por cada seis populistas, sin que se haya tratado ni concretado todavía ni el nombre de la coalición, ni el orden de las listas, aunque todo apunta a que Garzón irá de cinco por Madrid, lo que, teniendo en cuenta que un diputado comunista vale un sexto del valor de uno radical-populista, no deja de ser una sustancial ventaja para el líder de IU. Un pacto que ya se conoce como el pacto de los botellines ya que Garzón e Iglesias, como si de dos coleguillas de la panda se tratara, tras la firma del mismo (o, dicho de otro modo, tras el reparto de escaños, pues nada más se ha acordado), deciden anunciarlo y celebrarlo, botellín en mano, en un bar de Lavapies, como dos buenos amiguetes de toda la vida que se reencuentran. Hoy las bases votarán una coalición que tiene como argumento político de fondo un reparto de sillones consistente en que IU recibirá sólo uno (en este caso de diputado) por cada seis de Podemos. Lo demás, incluido el programa y el proyecto común para ofertar a los españoles, queda para más tarde, aunque, acordado lo sustancial seguramente todo lo demás carezca de importancia. ¿Acaso los socialistas no buscan un pacto para el Senado el 26-J con Compromís en Valencia y con otras fuerzas de izquierda en Baleares y Aragón? Ya ven, aunque parezca que se trata de un juego de intereses particulares, de reparto de sillones, la realidad es otra pues lo que subyace, aunque parezca mentira, es el interés general por el bienestar de los españoles a quienes se les quiere dar... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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