martes, 24 de mayo de 2016

NEBULOSA SOCIALISTA


                        Un acierto total sin duda la escenificación de unidad interna del PSOE en un mitin de Pedro Sánchez en Madrid ante casi todos los barones socialistas (incluida la baronesa Díaz) y destacadas figuras como Zapatero, Almunia, Rubalcaba o Borrell, para arrancar motores en una campaña electoral bastante complicada tras la nebulosa socialista desencadenada con la estrategia equivocada de Sánchez en su empeño por ser investido presidente a pesar del varapalo electoral sufrido el 20-D. Ahora, sólo desde la unidad interna, con un proyecto nacional socialdemócrata para toda España y remando todos en la misma dirección para consolidarlo, se pueden afrontar las bajas expectativas que le dan las encuestas con el riesgo añadido de que Unidos Podemos consiga incluso el pretendido “sorpasso”, que los comunistas siempre ansiaron para liderar la izquierda e imponer su modelo. Pero además la nebulosa socialista, hoy por hoy, es tan densa que requiere mucho más que una o varias escenas de unidad (falsas o verdaderas) para que los ciudadanos perciban todos los desencuentros, aventuras y ocurrencias recientes como espejismos anecdóticos superables y no como realidades inapropiadas que inhabilitarían al PSOE como instrumento adecuado para la alternancia política y la gobernabilidad de España, imprescindibles en el sistema democrático. Baste recordar, por no ir más lejos, el reciente espectáculo protagonizado con motivo de la confección de las listas conjuntas al Senado a instancias de Pablo Iglesias, levantando a algunos barones socialistas contra Sánchez y poniendo en evidencia, como en otros tantos asuntos trascendentales, la ausencia de uniformidad de criterio en todos los territorios. Por tanto, para comenzar a despejar el nebuloso horizonte político socialista hay que esclarecer concreta y concisamente los signos de identidad del partido, en vez de generar dudas, para que todos perciban con claridad el espacio político que ocupa, cual es y debe ser el socialismo progresista, democrático y moderado (o socialdemocracia, como prefieran), diferente, aunque no incompatible con otras opciones democráticas (conservadores, liberales, centristas…) pero claramente incompatible, por razones obvias, con las de tendencia... (sigue leyendo en

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