sábado, 20 de febrero de 2016

QUO VADIS, UE?


                        Tengo la sensación de que la UE queda de alguna forma tocada de cara al futuro en lo que respecta, entre otros asuntos, a un avance en la profundización de la unidad social, política y económica. Mal asunto que uno de los estados miembros importantes, el Reino Unido, que ni siquiera pertenece a la eurozona y ya goza de determinados privilegios, eche un pulso a la Unión con determinadas exigencias, manifestando su gobierno, en este caso conservador, de Cameron que, en caso de no serle concedidas apoyaría como tal la salida de Reino Unido de la UE en el referéndum previsto sobre el destino futuro del país al respecto, lo que, obviamente, inclinaría claramente la balanza a favor de la salida. Y ante semejante reto o chantaje, llámenlo como gusten, la UE alcanza un acuerdo para evitar la salida de Reino Unido, logrando su primer ministro Cameron el respaldo unánime de los socios a cambio de hacer campaña contra el “Brexit” en dicho referéndum. Vendido el asunto como el logro por parte de Reino Unido de un acuerdo unánime que modifica su estatus en la UE o como que Cameron dobla el pulso a la Unión, lo cierto es que el chantaje por parte del primer ministro británico ha dado sus frutos, generando un precedente peligroso de cara al futuro, obviamente siempre que el país sea de suficiente entidad y cause considerables perjuicios ya que, me imagino, que en caso contrario la UE doblegaría al estado-miembro que lo intentase. Satisfechas las principales exigencias de Cameron referentes a la gobernanza económica (garantizando el respeto mutuo de quienes quieran o no avanzar en la profundización de la Unión Económica y  Monetaria), la competitividad (compromiso de los socios del Reino Unido a esforzarse en fortalecer el mercado interior), la soberanía (Reino Unido no “está comprometido con una mayor integración política dentro de la Unión”), los beneficios sociales y el libre movimiento (consintiendo a Londres, entre otras cosas, adaptar las ayudas por hijo que ofrece a los trabajadores comunitarios al nivel de vida del país…), se tiene la sensación de que el acuerdo, probablemente para evitar la primera salida en la historia de uno de sus miembros, es un frenazo importante a muchos de los objetivos europeístas que inspiraron el proyecto común europeo y un aliciente evidente para los euroescépticos. Por ello cabe preguntarse... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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