Tras el ilusorio pacto entre
Sánchez y Rivera, presentado a bombo y platillo en el Congreso como si se
tratara de la salvación eterna, ha desencadenado, como era de esperar, todo
tipo de reacciones políticas y mediáticas a favor y en contra con el único
objetivo por parte de cada formación política y sus voceros de salir vivos del
previsible naufragio político en que ellos mismos se han metido. Así, en vez de
propiciar un sereno debate, el pacto ha servido para que unos y otros anden a
la gresca definitivamente de cara a las más que probables elecciones que ya se
apuntan para el 26-J. Mientras Sánchez y Rivera, que aglutinan 130 escaños,
presentan el insuficiente acuerdo como “solución al atasco político”, Errejón
advierte de que la elección del socialista es “incompatible con Podemos”, considerando
los podemitas que el acuerdo “hace las delicias de Ibex 35” y, muy indignados,
sus ocho negociadores optan por no acudir a la reunión con los negociadores del
PSOE, tras hacerse público el acuerdo con Ciudadanos, pues, según Iglesias, los
socialistas, “no han sido honestos con nosotros” y les emplaza a volver a
negociar después del 5 de marzo, anunciando su “no” rotundo a la investidura y
exigiendo que rompan con Rivera. Por su parte Rajoy considera el acuerdo “un
brindis al sol que no va a servir para nada” ya que es “un pequeño sainete”
para ganar todos tiempo, con lo que el PP pasa al ataque contra Ciudadanos
dejando claro que “su pacto es un fraude”, mientras se destaca el giro a la
izquierda de Rivera con su pacto socialdemócratas en el que, entre otras cosas,
contempla más impuestos, gravando las rentas más altas sin cuantificar,
aumentar el gasto, revisar el acuerdo con la Santa Sede, asumiendo la vieja
reivindicación de izquierdas, blindar a los imputados, no apartando de sus
cargos a los investigados “hasta la fecha”, supresión de las diputaciones a lo
que incluso los barones del PSOE se oponen….. En definitiva, salvo que el
panorama cambie radicalmente en cuatro días, PP y Podemos harán fracasar el
pacto, como era previsible y todo el mundo sabía. Rajoy, a quien Sánchez dijo “no”
por activa y pasiva, trata de recuperar la iniciativa política si Sánchez
fracasa, pues, ni él ni Sánchez, tenían la mayoría para ser investidos, él así lo
manifestó al Rey, Sánchez le dio a entender lo contrario, lo que el popular considera
una pérdida de tiempo, manteniendo su inicial oferta de una gran coalición
PP-PSOE-Ciudadanos por si... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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