martes, 23 de febrero de 2016

LOS MINISTROS DE ESPAÑA


                        Mientras el juez ve indicios en Homs de prevaricación y malversación por su actuación en el 9-N, aunque a los independentistas catalanes les trae al pairo lo que decida la justicia española, su actual jefe de filas, Puigdemont, sucesor de Artur Mas en la Presidencia de la Generalitat, da la bienvenida a “los ministros españoles” al Mobile World Congress como si se tratara de autoridades de un país extranjero. No sabemos si el President anda contaminado por las primeras experiencias del Congreso Mundial del Movil con las gafas de realidad virtual para moverse en ese irreal Estado independiente denominado República de Catalunya, pero, quienes nos movemos en la cruda realidad, sí sabemos que en ningún país del mundo consentirían semejantes comportamientos ilegales por virtuales que sean. Por tanto, mientras España permita que las autoridades de uno de sus territorios (y de algunos más) actúen ilegalmente en semejantes realidades virtuales, sólo cabe esperar lamentablemente que cualquier día dejen de ser virtuales para convertirse en trágicas realidades reales. También sabemos que, aunque al final la Generalitat garantiza la continuidad en Barcelona de la mayor feria tecnológica del mundo, el Congreso se revuelve contra la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, al extremo de que John Hoffman, consejero delegado del evento, ni acudió a la inauguración, ni a la comida de gala, al sentirse “muy decepcionado” con la huelga de metro, coincidiendo la inauguración con un caos y un colapso de la capital catalana con caravanas de hasta doce kilómetros y una lluvia de críticas a la gestión del Ayuntamiento. En efecto, la alcaldesa se enfrenta a la primera gran protesta social desde que asumiera el cargo hace ya siete meses y la huelga colapsó la ciudad, sorprendiendo que Ada Colau, activista en favor de la huelga hasta hace menos de un año, tratara ahora, como alcaldesa, de desautorizarla publicando los salarios de los trabajadores y considerando “desproporcionada” la protesta. Ya ven, de un plumazo, Ada Colau convierte a los menesterosos trabajadores y a sus razonables reivindicaciones en adinerados asalariados que protestan por puro capricho. Es la diferencia entre predicar y dar trigo. Y, como en esta España nuestra todo es posible, el Ayuntamiento de Pamplona,.... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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