Por si Pedro Sánchez
tiene alguna duda Pablo Iglesias le aclara por escrito los objetivos de su
gobierno y menos mal que, de momento, le deja al socialista que lo presida.
Iglesias pone un alto precio al pacto que pretende Sánchez, exigiéndole, entre
otras cosas, una macrovicepresidencia y la ineludible apuesta por convocar un
ilegal referéndum en Cataluña; y, como las lentejas, si quieres las comes y, si
no, las dejas. En efecto, como si pretendiera que el socialista le diga que no
o que se someta a él (todo es posible vistas las apetencias de Sánchez por
convertirse en ex Presidente del Gobierno de España, con todo lo que ello le
reportaría), el comunista, haciendo alarde de su “leninismo amable” le exige
poder político real, imponiéndole un plan de casi cien páginas a modo de
programa de gobierno que va desde la convocatoria de un referéndum en Cataluña
(los de los demás territorios vendrían después, ya que propone eliminar de la
Constitución la “indisoluble unidad de la nación española” para garantizar la
“plurinacionalidad”) a la exigencia de una Supervicepresidencia de Gobierno
para él (que controlaría el CNI, el CIS, el BOE y los medios de comunicación,
entre otras competencias), pasando por un aumento del gasto público inasumible
de 96.000 millones en la legislatura (24.000 millones anuales subiría el
presupuesto del Estado), con una subida de impuestos de 28.000 millones (10.000
en IRPF y 14.000 en Sociedades y Patrimonio). Con semejante proyecto
gubernamental, en el que el Presidente de Gobierno casi sería una mera figura
decorativa y el verdadero poder recaería en la Vicepresidencia, iríamos, en
caso de tener alguna viabilidad, que no la tiene, a un país arruinado en poco
tiempo, con un peso fiscal inasumible para las clases medias trabajadoras,
territorialmente dividido en naciones y autonomías cuyas relaciones se basarían
en la bilateralidad con el Estado, con una educación para diluir los símbolos nacionales
reformulando las clases de Historia de España para adaptarlas a la “realidad
plurinacional” y con un descrédito internacional que al final nos abocaría a
una trasnochada autarquía de miseria. Y semejante osadía de Iglesias cuando es
la tercera fuerza política y sólo cuenta con 69 diputados (pocos y mal
avenidos) de una Cámara Legislativa compuesta por 350 escaños, en la que, por
cierto, el... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
No hay comentarios:
Publicar un comentario