lunes, 22 de febrero de 2016

LÍDER DE LA RECONCILIACIÓN


                        Hay momentos en que cabría preguntarnos en qué país estamos y qué tipo de sistema tenemos. Y hoy debiera ser uno de esos momentos, no ya por el espectáculo de ingobernabilidad que nuestros líderes políticos nos están brindando, que también, sino porque se ha producido el primer saludo entre el Jefe del Estado y el President de la Generalitat, al coincidir en Barcelona en la cena de bienvenida del Mobile World Congress, es decir, un saludo por razones protocolarias. Al acto asiste también la alcaldesa de Barcelona y la presidenta del Parlament, es decir, todo el conjunto de personajes independentistas que, desde las instituciones catalanas (y, por tanto, españolas), desacatan la legalidad española vigente, que retiran los símbolos de España, incluido el busto o el retrato del Jefe del Estado, de dichas instituciones del Estado, detentando sus altas responsabilidades políticas tras acceder a ellas, merced a la legalidad constitucional vigente, que les ampara, sin jurar o prometer fidelidad y lealtad al Rey ni a la Carta Magna. Insólito en cualquier país civilizado y democrático del mundo. No en vano Felipe VI, el Jefe del Estado, como tal representante y líder de la reconciliación nacional que acordamos en la Transición, en este primer encuentro con Puigdemont, ha apelado ante el President al respeto a “las normas” y en catalán ha venido a decirle (y a todos los presentes) que “el camino es trabajar juntos por el bien común”, camino que, a la vista está, los independentistas catalanes hace tiempo que dejaron a un lado. Y todo esto ha venido a coincidir con el intento de conformar una mayoría parlamentaria pintoresca para la investidura del futuro Presidente del Gobierno  en la que, sí o sí, se requiere cierto apoyo, activo o pasivo, de los independentistas (catalanes, vascos o gallegos de las mareas) en vez de apostar por el sólido bloque constitucionalista que evite precisamente este desmadre institucional y territorial español a pesar de contar con más de 250 diputados en el Congreso. No extraña pues que, ante tanta incompetencia política, Tardá, el portavoz de ERC que gobierna con Puigdemont, cinco días después de reunirse con Sánchez, haya ido a visitar al encarcelado Otegi, tildando al abertzale de “líder de la reconciliación”, lo que pone en evidencia dónde está cada quién en este embrollo y.... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

No hay comentarios:

Publicar un comentario