La sensación casi generalizada que tienen los
ciudadanos acerca de la justicia en España la resume meridianamente claro
Carlos Lesmes, Presidente del CGPJ y del TS que, abogando por una reforma de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal afirma que “la ley actual está pensada para el
robagallinas y no para el gran defraudador” pues supone una gran traba para la
lucha contra la corrupción. Y, aunque sólo se refiera a la citada ley (algunos
pensamos que habría que cambiar sustancialmente otras tantas leyes para
conseguir una Justicia más justa), no le falta razón a Lesmes. Con trabas o sin
ellas, lo cierto es que raro es el día en que no aparecen en los medios uno o
varios casos de corrupción de guante blanco que irremediablemente infestan la
convivencia y la creencia en la Justicia, no tanto por los hechos en sí mismos,
sino por la respuesta, tarde y mal, que los tribunales le suelen dar a semejantes
sinvergüenzas, al extremo de que no cabe duda alguna que en España, puestos a
delinquir, es absurdo convertirte en un “robagallinas”, porque te crujen,
mientras que si te conviertes en un gran defraudador, en el peor de los casos,
sólo te dan un pequeño tirón de orejas. Pero lo más grave es que, ... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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