Es imposible soportar un minuto más el hedor
putrefacto que se respira en España, convertida en una descomunal pocilga
política que rebosa inmundicias de todo tipo por todas partes. Ya no cabe más
basura política por kilómetro cuadrado, al extremo de que se tiene la sensación
de que sólo los cerdos pueden vivir a gusto en tan repugnante escenario. Han
sido tantos años echando todo tipo de porquerías impunemente por todos los
rincones que, al final, nuestro país se ha convertido en un inmenso basurero en
el que ya no cabe ni un centímetro más de mierda por más que algunos pretendan
comprimir los estratos anteriores de todo tipo de porquerías. Ni siquiera así
cabe la posibilidad de hacer un pequeño hueco para que quepa un poquito más.
Ahora, inevitablemente, o se sanea de arriba abajo la pocilga sin ningún
miramiento ni contemplación y, sacando de cuajo a los cerdos de la misma, se
transforma urgente y radicalmente en un lugar habitable, o, por el contrario,
serán las alimañas carroñeras quienes se encarguen de ocupar su lugar en el futuro
a costa de los despojos que queden de tamaña podredumbre. Quienes desde hace
bastante tiempo venimos advirtiendo que, o la democracia acaba con la
corrupción política o ésta acabará con la democracia, cada mañana quedamos
atónitos ante el ... (sigue leyendo en Blog Ojo crítico, http://jcremadesena.blogspot.com.es/,)
No hay comentarios:
Publicar un comentario