Ha sido el grito de Pablo Iglesias, como
juicio de intenciones o como fórmula de saludo de bienvenida, que cada cual
interprete lo que prefiera, a los varios miles de asistentes en Vistalegre con
motivo del Congreso Constituyente de Podemos como partido político nuevo, uno
más entre los que ya tenemos constituidos. Puede incluso que lo que pretendiera
el bueno de Pablo fuera simplemente homenajear a Carlos Marx que, a finales del
XIX (ya ha llovido mucho desde entonces y se ha derramado mucha sangre),
describió así las aspiraciones de la comuna de París cuando fugazmente tomó el
poder. En fin, en todo caso, las intenciones al respecto de Iglesias es lo
menos importante. “El cielo no se toma por consenso, sino por asalto”, que es
exactamente lo que ha dicho, hasta puede interpretarse como un aviso a su
compañero Pablo Echenique en el movimiento Podemos y ahora contrincante en
Podemos como neófito partido político. No en vano Iglesias apuesta por un
modelo de partido con una dirección personal autoritaria, mientras Echenique lo
hace por una dirección colegiada, de corte más bien anarquista que
marxista-leninista; no en vano Iglesias, que desdeña el acuerdo o consenso con
Echenique, ha reiterado machaconamente a los asistentes que quiere todo el
poder en Podemos y, si no gana, se va; y, no en vano, en el neófito partido
Podemos la lucha por el poder, como en los demás, es un hecho palpable, por más
que quieran presentarlo como algo distinto, pero, a diferencia de los otros, esta
lucha ya es palpable y contundente desde el momento de su nacimiento. Ahora son
los miles de ... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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