Nada de nada. Según el
propio Mas el día 9-N los catalanes tendrán derecho a un simulacro de
referéndum que sin ningún tipo de garantía democrática se convertirá en el
hazmereír de cualquier persona sensata, dentro o fuera de España, incluida
Cataluña. Todo el daño causado a la sociedad catalana y, por tanto, a la
sociedad española, todo el desgaste de energía de un proceso soberanista a
todas luces inviable, desemboca en una parodia incomprensible. Con un
presidente fuera de sí, un verdadero mamarracho, desnortado y sin rumbo,
Cataluña, si el sentido común no lo impide, tendrá el 9-N las prometidas
elecciones, eso sí, sin ley, sin censo, sin convocatoria oficial, sin colegios
electorales y, en definitiva, sin nada de nada. Al parecer, la votación se
realizará en 600 urnas, veremos a ver si colocadas en locales de la Generalitat
(en vez de en los 4.000 colegios electorales), controladas por fervientes
voluntarios de la causa, que atenderán, eso sí, a todo aquel que pase por el
lugar y de forma solemne decida depositar una papeleta nada menos que para
decidir el futuro de Cataluña y, obviamente, de España. A casa y tan contentos
por haber contribuido a la locura de Artur Mas. Obviamente este falso 9-N de
Mas ha roto el... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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